El hábito de consumo de las familias peruanas ha variado considerablemente durante la cuarentena instaurada en el país para contener al COVID-19. Es así que la avena se ha convertido en uno de los productos que ha elevado su nivel de consumo tradicional a niveles nunca antes vistos. Mirko Astudillo, gerente general de alimentos de Pepsico Perú, atribuye esto a que las familias, con la cuarentena, ahora tienen más tiempo para preparar su desayuno en casa, a diferencia de los días de jornada laboral tradicionales.
“Uno de los productos que mejor desempeño está mostrando es la avena. Eso lo atribuimos a que gran parte de los peruanos pasan más tiempo en sus casas y tienen más tiempo para desayunar, a diferencia de un día normal. La avena está volando y es lo que estamos experimentando mes tras mes con récord de producción y de ventas”, dijo Astudillo a Gestión.pe.
Aunque evitó dar cifras sobre el incremento de la producción y de ventas, Astudillo señaló que, dada la necesidad de un distanciamiento social, han optado por reducir el número de presentaciones (SKU) para potenciar la producción de las presentaciones de avena que están siendo más demandadas.
“Nunca habíamos vendido tanta avena como la estamos vendiendo hoy. Hemos reducido muchos SKU porque representaban una venta muy pequeña y nos hemos centrado en las presentaciones más relevantes como la de 1 kilo o la presentación de 130 gramos, que es la más económica desde el precio al consumidor. Esa estrategia nos ha permitido poder atender esta demanda que no la habíamos visto nunca antes y que viene creciendo cada mes. Este es un producto que normalmente siempre tiene un repunte en invierno, pero esto está yendo mucho más allá de lo que habíamos previsto. El invierno recién está comenzando y este repunte lo hemos experimentado desde el 16 de marzo”, señaló Astudillo.
Por otra parte, Astudillo señaló que los productos que han caído en su consumo son los llamados ‘productos al paso’, es decir snacks o alimentos que suelen ser adquiridos en bodegas, quioscos o cafeterías. Sin embargo, el consumo de estos productos si ha tenido un incremento en sus presentaciones más grandes.
“El consumo no desaparece sino se modifica. Eso ha caído, pero lo que comienza a crecer son las presentaciones medianas o presentaciones grandes. Hoy que pasamos más tiempo en la casa, es ese consumo en esas presentaciones para compartir son las que también están mostrando un comportamiento atípico con lo que era el mundo preCovid-19”, indicó el gerente general de alimentos de Pepsico.
En ese sentido, y en el marco del Día Nacional de la Papa, Mirko Astudillo señaló que durante la emergencia han podido proveerse de más de 3,000 toneladas de papa comprada a los agricultores locales que forman parte del Sistema Alimentario Sustentable, un sistema creado por la empresa que beneficia a más de 400 agricultores en el país y que les permite tener acuerdos de venta incluso antes de que el producto sea cosechado. Así, a través de esta compra, Astudillo señala que se ha evitado que se rompa la cadena de pagos en este sector, dada la crisis que se vive en el país por el COVID-19.
“Lo que buscamos es una agricultura más limpia, que genere menos desperdicio y que consuma menos agua. Con eso estamos tocando un tema social porque al darle una paga justa y poderle garantizar un precio por su cosecha antes que ellos comiencen, ellos saben cuánto es lo que van a recibir. Nosotros tenemos una relación con alrededor de 400 agricultores en el país y compramos cerca de 22,000 toneladas al año. El programa incluye tecnificación para que pueda obtener la mayor cantidad de toneladas por cada hectárea”, señala el vocero de Pepsico.
Según manifestó, la empresa no solo se provee de papa de productores locales, sino también de otros productos como el maíz, plátano y camote para la producción de snacks. Por otra parte, indicó que, durante la emergencia, han podido continuar abasteciendo a sus clientes gracias a dos estrategias. La empresa contaba con inventarios sólidos –que incluso han alcanzado sus mínimos históricos- y también se optó por la reducción de SKU o presentaciones para optar por producir las de mayor demanda.
“Lo que nos ha ayudado mucho fue la reducción de SKU o de presentaciones que normalmente fabricamos. La hemos reducido casi a la mitad. Eso nos permitió que, con menos gente en las líneas y plantas para poder respetar los protocolos de distanciamiento social, la fábrica pueda seguir produciendo las mismas unidades que la operación necesitaba. Además, nuestros inventarios sólidos nos permitieron seguir atendiendo a nuestros clientes. Casi nos consumimos los inventarios a niveles mínimos históricos, pero no al punto de haber dejado de operar porque no teníamos inventario. Eso nos ha permitido tener mayor eficiencia en la producción”, señaló Mirko Astudillo, gerente general de Alimentos de Pepsico.