Si bien este miércoles vencía el plazo previsto para la firma del contrato entre Agro Rural y Unionsped para la provisión al Estado de 65,000 toneladas de urea, ayer se supo que la suscripción de tal acuerdo se aplazó para este viernes.
De esta forma, se añade una prórroga más a la larga lista de postergaciones que viene sufriendo el intento de adquisición de urea por parte del Estado, por S/348 millones, desde que se convocara a la primera subasta en mayo pasado.
Según indicaron a gestión.pe fuentes de Agro Rural, la razón de la postergación de un acuerdo con Unionsped, se debería a que aquella no contaría en estos momentos con los volúmenes de urea antes mencionados, que le permitan cumplir con la entrega.
Nuevos plazos
De concretarse un acuerdo entre las partes y firmarse un contrato este fin de semana, se estima que el fertilizante recién llegaría hacia mediados de octubre.
Sin embargo, ya el reciente DU 022-2022 que dispone la entrega de un bono para la compra de fertilizantes, estima que las 65 mil toneladas de urea que se espera adquirir serían entregadas aún a partir de noviembre.
Impactos
Considerando que ese insumo debía estar en el país a más tardar en julio, para poder iniciar su distribución a tiempo para el inicio de la campaña grande de siembra 2022-2023 que empezó en agosto, el retraso en su adquisición va a tener diversos efectos en el país, según especialistas consultados.
Ulises Osorio, ex catedrático de la U. Agraria La Molina y consultor agrario, advirtió que el retraso en la fertilización de los campos puede contraer la producción sobre todo de principales cultivos como el arroz, maíz, frijol y frutales.
En el caso del arroz por ejemplo, ya el Midagri había reconocido que el menor uso de urea declarado por productores en la encuesta de intenciones de siembra (ENIS) para la citada campaña, podría llevar a una reducción en la producción de ese cereal del 7.5% (Gestión 04.08.2022).
En esa ocasión, ese ministerio reconoció que, por el efecto del menor uso previsto del fertilizante, en el caso de la papa se preveía una caída en su producción del 10.7% el 2023. El arroz y la papa explican un 35.3% del total de 22 cultivos que comprenden la citada campaña.
Efecto climático
Sin embargo, Osorio estimó que, por efecto de la ocurrencia de tres años consecutivos del fenómeno La Niña que se cumplen ahora, y la intensa ola de frío que eso ha traído y que afecta los campos, éstos necesitaban mayor uso de fertilizantes que en condiciones normales.
Si por el contrario, se ha reducido la fertilización (por la carestía de la urea), eso debilita las plantas y por consiguiente, se estima -anotó el experto- que la productividad en los campos arroceros podría caer entre un 12% hasta un 20%, dependiendo de la zona donde se cultive.
Precios
Para el economista Jorge Gonzáles, el efecto del retraso en la llegada de la urea, va a ser la caída en la productividad de los principales cultivos de consumo de la canasta básica, y por consiguiente elevará sus precios, en momentos en que ya la inflación por alimentos a agosto superaba el 13% anualizado.
Explicó que si bien la inflación por alimentos hasta ahora se debía a efectos internacionales (mayores precios de trigo, maíz y soya que importamos, pero que empezaron a bajar en las últimas semanas) ahora se explicará por factores internos (alimentos de producción local más caros). Ese es uno de los factores que, refirió, llevará a mantener una inflación a fin de año del 7%, lejos del rango meta del BCR (hasta 3%).
Pobreza en el campo
Para el ex ministro de Agricultura, Milton Von Hesse, dado que se podría aumentar la importación de algunos productos como el arroz, no es previsible un desabastecimiento, pero por consiguiente, los productores locales de ese cereal no podrán trasladar todos sus mayores costos a sus precios.
El efecto de ello observó, es que se puede venir una crisis en los ingresos de los productores agrícolas, sobre todo de la costa, al extremo de tener que dejar de invertir para próximas campañas e incluso tener que vender sus tierras.
Recordó que el mayor uso de la urea se da en la costa, en los cultivos de arroz, maíz amarillo duro y papa blanca, que concentran cerca de un millón de hectáreas, que son los que se verían más afectados por esa crisis.