En el 2021 se vio un aumento importante en los precios de los vehículos, y se espera que este año este sea, en promedio, de 3%, aunque hay riesgos que pueden hacer que sea mayor, señaló Alberto Morisaki, gerente de Estudios Económicos de la Asociación Automotriz del Perú (AAP).
Cabe resaltar que el año pasado, según el Instituto Nacional de Estadística e Informática (INEI), se tuvo un aumento de precios de 8.38% en los vehículos a motor. Del mismo modo, en los últimos doce meses hasta mayo del 2022, estos tuvieron un avance de 4.51%, aunque en los cinco primeros meses del año se tuvo una ligera contracción de 0.3%. En el caso de Lima Metropolitana el aumento fue de 1% entre enero y mayo, y de 4.88% desde junio hasta el quinto mes del 2022.
Morisaki señaló que el aumento del año pasado fue explicado principalmente por el tipo de cambio, el cual tomó valores por encima de S/ 4 (finalmente cerró el 2021 en S/ 3.991), factor que ahora se esperaría esté más controlado, con niveles cercanos a S/ 3.80 hacia fines del 2022. Sin embargo, hay otros determinantes que hoy harían que la venta de vehículos tenga mayores precios, alrededor del 3% por encima en el año.
Señaló que el costo de los fletes, aunque ahora más bajos que su pico en el 2021, cuando tomaron valores por encima de US$ 10,000 (contenedores de 40 pies), siguen siendo un factor que impacta en los costos del mercado automotriz.
Cabe indicar que según el Drewry’s World Container Index, índice compuesto que cubre las ocho principales rutas marítimas, el costo promedio de un contenedor de 40 pies ha aumentado en 78.3% en el primer trimestre del 2022 con respecto al mismo periodo del 2021.
“El aumento de los costos logísticos, que aún están por encima de los que se veían antes de la pandemia, es un factor que viene impactando desde el año pasado y que persiste. Nuestro escenario base es que estos sigan bajando este año, pero sin recobrar los precios del 2019 más pegados a US$ 2,000. Hoy ya no se tiene el efecto del tipo de cambio, y hay una menor carga de los fletes; sin embargo, el desabastecimiento se va a mantener”, anotó.
Otro de los factores que explicarían los aumentos en precios es la disrupción en la fabricación de insumos de automóviles producto de la guerra de Rusia, lo cual ha contribuido al desabastecimiento de vehículos y aumento de precios de estos.
Cabe indicar que el gas neón y el paladio son insumos importantes en la producción de chips semiconductores (en el caso del paladio, este también se usa en catalizadores de automóviles), y tienen como proveedores clave a nivel mundial a Rusia (44% de la producción global de paladio) y Ucrania (50% del suministro mundial de gas neón, según Reuters).
Asimismo, Rusia también es uno de los principales productores de platino en el mundo (10% de la producción mundial), el cual es usado también en los catalizadores de automóviles.
“Se espera que el conflicto entre estos países persista y contribuya al desabastecimiento del sector, lo cual sería cada vez más relevante si se tiene en cuenta que la demanda es bastante dinámica por la reactivación de la economía (venta de vehículos livianos aumentó en 12% en los cinco primeros meses del año con respecto al mismo periodo del 2021, según AAP).
Las pick up y furgonetas son intensivos en algunas actividades económicas que se van reactivando, por lo que el avance en precios sería más nítido en estos segmentos”, señaló Morisaki.
En el mismo sentido, la política de China para contrarrestar el COVID-19 limitó la actividad en las fábricas de Shanghái, región que es importante para el sector automotriz, y que influye en sus costos, según el representante de AAP.
Si bien Shanghái anunció la reducción de las restricciones por COVID-19 tras dos meses de confinamiento, según reportó Reuters, volvieron las alertas por COVID-19 después de que partes del centro económico más grande de China comenzaran a imponer nuevos confinamientos parciales.
“Shanghái es una zona importante con respecto a la fábrica de vehículos e insumos para la fabricación en otras partes del mundo, es un factor que se sumó a la guerra en el este de Europa, al problema de desabastecimiento y precios. La política de no tolerancia de China es un riesgo latente”, apuntó.
Factor atenuante y riesgo
Morisaki señaló que, si bien hay un aumento en costos de importación, se debe considerar que el mercado automotriz es bastante competitivo, lo cual sería más nítido en etapas de inflación, cuando saben que los compradores tienen golpeada su capacidad adquisitiva.
“Posiblemente hagan ajustes en sus márgenes, pero también se espera que sean más agresivos en reducir sus costos operativos. Sobre todo en un contexto de inflación, el aumentar precios puede significar de forma más nítida una pérdida de participación. Se espera que con una fuerte competencia en el mercado automotriz haga que los precios no aumenten mucho este año, a pesar de los mayores costos”, anotó.
Por otro lado, indicó que el riesgo político, conflictos sociales y una postura más agresiva por parte de la Reserva Federal (Fed) podrían gatillar un tipo de cambio mayor, y que se vuelva a una situación similar al año pasado, cuando el aumento en precios fue mayor.
Menores importaciones
Según datos de la AAP, la importación de vehículos livianos se redujo en 22% en el mes de abril (-27% en camionetas), lo que respondería al desabastecimiento.
“Hay una disminución de las importaciones, y esto se debe a la menor cantidad de vehículos producidos. No obstante, las ventas siguen yendo bien, y esto es porque hay un stock importante que permite atender la demanda. Hacia adelante, con una demanda a ese ritmo, ya se tendría dificultades para la venta. Aunque, por ahora las perspectivas indican que la economía se irá desacelerando”, dijo Morisaki.