El cobre, y otros metales, están reaccionando a la coyuntura de incertidumbre a nivel mundial, esto a pesar de que tiene buenos fundamentos como para mantenerse con cotizaciones por encima de US$ 4 la libra. Por ahora, no se espera que retome esos niveles en los siguientes meses, y sí que haya rebote hacia esa cifra en la última parte del año o en el 2023, señaló Katherine Salazar, analista del Departamento de Estudios Económicos del Scotiabank.
Ante los temores de una posible recesión global por un entorno de mayores tasas de interés de los bancos centrales, en donde destaca la Reserva Federal (Fed) que lleva tres aumentos desde marzo, además de la incertidumbre sobre el desempeño de la economía de China por su política de cero COVID; el precio del cobre ha venido en contracción. La cotización del metal a tres meses (Commodity Exchange -Comex-de Nueva York) bajó de la barrera de US$ 4 y se ubicó en niveles por debajo de US$ 3.80.
Del mismo modo, el cobre de referencia a tres meses en la Bolsa de Metales de Londres (LME) ya se ubica en niveles que oscilan los US$ 8,400 la tonelada (alrededor de US$ 3.80 la libra), lejos de su marca por encima de los US$ 10,600 que tuvo en marzo. El precio spot (o al contado) se encuentra con la misma dinámica hacia abajo y en niveles similares.
LEA TAMBIÉN: Aumenta el temor a la estanflación a nivel global
LEA TAMBIÉN: Contracción del precio del cobre impactaría a Perú este año, pero sobre todo en el 2023
“Hay una dicotomía entre los fundamentos y precios del cobre. Por un lado, los inventarios globales están bastante reducidos, con existencias de junio por debajo del nivel de mayo. Además, se ha visto un aumento de las importaciones de concentrados por parte de China de abril a mayo. Esto debería soportar al cobre y mantenerlo por encima de US$ 4, pero lo que se está viendo es que las macrofuerzas del mercado están dominando. Los precios deberían subir pero, sin embargo, caen”, indicó Salazar.
Mencionó que no se espera que en los próximos meses el cobre retome niveles superiores a los US$ 4 la libra, pero dependería principalmente de un impulso de la demanda por parte de China.
“No puede haber sesiones consecutivas de caídas, sino que habrían pequeños rebotes técnicos. El cobre estará muy volátil, y podría haber rebotes importantes en los precios e incluso retomar niveles de US$ 4 sujeto a la recuperación de la demanda de China, por el desarrollo de sus proyectos de infraestructura y la recuperación de su mercado inmobiliario. Hacia fines de año o en el 2023, la demanda de China debería dar un respiro a las caídas que estamos viendo en el cobre. Hacia largo plazo, las perspectivas del cobre siguen siendo buenas por los planes de transición energética”, apuntó.
LEA TAMBIÉN: Cobre será el más beneficiado con la transición energética: los desafíos del sector minero hacia futuro
También señaló que hay margen para que el precio del cobre pueda tocar niveles de US$ 3.5 la libra, en caso se sigan agravando los temores sobre el crecimiento de la economía mundial.
“En US$ 3.5 hay un piso técnico en que el precio rebotaría en caso las expectativas de recesión aumenten. El riesgo es que si se rompe este piso (si tiene un precio menor), las caídas se pueden agravar. Por ejemplo, inicialmente esperábamos que los US$ 4 sean un piso de mercado, se rompió y las caídas de extendieron”, anotó.
Impacto en las exportaciones
Salazar mencionó que, de mantenerse los precios del cobre spot en niveles de alrededor de US$ 3.80 por libra en lo que resta del año, el promedio anual sería de US$ 4.11, por debajo de los US$ 4.40 que es la previsión vigente del año. En ese sentido, el crecimiento del valor de las exportaciones que se tienen estimadas pasaría de 9.7% a 2.4%.
“En el 2021 se tuvo exportaciones por US$ 20,697 millones, y este año se tiene previsto cerrar con US$ 22,700 millones. Con el escenario del cobre en US$ 3.80, este valor pasaría a US$ 21,200 millones”, advirtió.