La ley que regula el plástico de un solo uso y los recipientes o envases descartables (N° 30884) -publicada en 2018- tenía como fin desincentivar el consumo de este tipo de productos para evitar el impacto ambiental. Pero la Comisión de Salud y Población del Congreso aprobó por unanimidad un dictamen que pondría en riesgo la reducción del uso de los plásticos.
“Preocupante que no se consulte la opinión del Ministerio del Ambiente para mejorar la calidad de propuesta, que tal como está formulada, tendrá efecto contrario a la meta que busca alcanzar. El retroceso en los compromisos ambientales nunca es una solución”, alertó el ministro del Ambiente, Gabriel Quijandría, en su cuenta de Twitter hace unos días.
A pesar de la preocupación del sector Ambiente, las pequeñas y medianas empresas dedicadas a la industria del plástico mencionaron que se debe dejar avanzar el proyecto del Parlamento que les permitiría volver a fabricar -entre otros- bolsas de plástico y envases descartables; además, mencionaron que con la iniciativa legislativa se frenarían las demás restricciones previstas hacia adelante (que limitarían la fabricación aún más).
“La satanización de la industria plástica, de las bolsas, nos ha generado un grave perjuicio, nos ha llevado a la quiebra, desde hace un año y medio no estamos trabajando correctamente. Se nos llevó a trabajar con material biodegradable, pero este no se puede reciclar, además es un material caro. Entonces, queremos seguir con el plástico convencional que sí se puede degradar naturalmente con los nuevos desarrollos en el mundo”, refirió Yaddir Pérez, presidente de la Asociación de micro y pequeños empresarios de la industria plástica del Perú.
Pérez recordó que a nivel nacional el registro de las pymes en la industria del plástico era 800 empresas, pero ahora quedan no más de 200, las que están en riesgo con las limitaciones impuestas al sector. Y en el tema de reciclaje, son 200,000 personas que viven de esta actividad, pero hoy “tienen un gravísimo problema con esta idea del Minam”.
Agregó que no se debería prohibir ni aceptar el plástico, sino más bien incentivar el uso de las nuevas tecnologías. También, se debe educar a la población en el correcto uso de estos productos, mencionó. “Lo que el Minam desea, que es el bioplástico, es muy caro, US$ 8,000 la tonelada, nadie nos compra. Y lo que vimos grave, es el test de degradación, es imposible”, remarcó.
El representante de estas pymes que por empresa se facturaba alrededor de S/ 30 millones, pero que con las prohibiciones que trajo consigo la ley, algunas solo llegan a S/ 30,000 al año.
-Los cambios-
Hay que señalar que con el texto aprobado en el Parlamento no solo se suspendería lo avanzado (como la prohibición de la fabricación, comercialización y consumo de bolsas de base polimérica -de menos de 900 cm2- o sorbetes de base polimérica); sino también lo que estaba pendiente de implementación: la prohibición de la fabricación, venta y consumo de bolsas plásticas de base polimérica; platos, vasos y otros utensilios y vajillas de base polimérica no reciclables para alimentos y bebidas; y envases de tecnopor para alimentos y bebidas.
El argumento del dictamen es que retomar la fabricación de productos de plástico de un solo uso y envases descartables evitaría la propagación y el contagio del covid-19 porque se establecería que los productos para el consumo final que entreguen quienes realicen actividades comerciales se deben expender en envases o envoltorios de plástico. Además, esta medida -agrega el texto del Congreso- podría revertir el problema económico generado.
A pesar de ello, el ministro del Ambiente señaló también en su cuenta de Twitter que no hay evidencia sobre la ocurrencia de un supuesto problema económico generado por prohibición del plástico de un solo uso y que es una argumentación falaz la “mayor seguridad” del uso de plástico frente a covid-19.