La economía peruana en este momento es mucho más dependiente de la exportación de cobre y su precio, lo cual puede determinar incluso el que la actividad económica entre en recesión, señaló Alberto Arispe, gerente general de Kallpa SAB.
El precio del cobre a tres meses Bolsa de Metales de Londres (LME), al cierre del 6 de mayo, tuvo un valor de alrededor de US$ 4.27 por libra. Sin embargo, según reportó Reuters, el 9 de mayo caía a mínimos no vistos desde mediados de diciembre (US$ 4.15), por las fuertes restricciones contra el COVID-19 en China y el temor a un crecimiento económico global más débil, que empañaban las perspectivas sobre la demanda.
Arispe mencionó que el crecimiento de Perú, en un entorno sin fuente de riesgo político que de garantías para la promoción de la inversión, debería ser de 5% o 6%, mientras que estimados hoy lo ubican en alrededor de 2%, en donde habría un soporte clave en los elevados precios del cobre, mas no por crecimiento en la inversión.
Cabe resaltar que, según la encuesta de Expectativas Macroeconómicas de abril del 2022 publicada por el Banco Central de Reserva (BCR), se observa indicadores muy por debajo de los 50 puntos en las expectativas de las empresas para los próximos tres meses sobre la economía, el sector, situación de la empresa, demanda de productos, contratación de personal e inversiones.
“Sí Perú antes dependía de la exportación de materias primas, hoy la dependencia es mucho mayor, pues tenemos un gobierno que no atrae inversiones y es un riesgo. Si los precios del cobre se ubican por debajo de los US$ 4 la libra, y están más pegados a US$ 3.5, entonces podría haber una recesión. El Perú es un jugador muy importante en el mercado del cobre, y hay una relación directa entre el crecimiento económico y el precio de este metal, siempre y cuando los gobiernos de turno sean amigables a la inversión”, apuntó.
También señaló que un escenario de menores precios del cobre es posible si se considera una ralentización en la economía mundial y China, debido a los recortes en los estímulos monetarios por parte de la Reserva Federal (Fed).
“El precio del cobre se mueve por el crecimiento económico global y, en particular el de China, que representa el 50% de su demanda en el mundo. Si la economía mundial crece menos, que es lo que va a pasar pues la Fed está subiendo sus tasas, y China se ve afectado, habrá impacto en el precio del cobre. Además, se tiene en cuenta como riesgo las restricciones en China por el COVID-19. Si baja el precio de manera brusca, el soporte que tiene la economía peruana se reduciría considerablemente”, advirtió.
El tipo de cambio (hoy por encima de S/ 3.80), señaló Arispe, también se ve sostenido en sus niveles actuales por el ingreso de dólares derivados de la exportación de cobre. En ese sentido, con menores precios del metal rojo, bajo la actual coyuntura de aumento de tasas de la Fed e inestabilidad política, el dólar se vería presionado al alza.
“La oferta de dólares bajaría de manera importante con un precio del cobre por debajo de US$ 4, y eso haría que el tipo de cambio aumente. Esto también impacta en el déficit fiscal, pues el sector minero tendría menos ganancia y, por ende, se paguen menos impuestos. Lo ideal es que haya más inversión en otros sectores para no depender tanto en un commodity”, agregó.
Asimismo, señaló que es posible que con los estimados de crecimiento actual, no se reduzca la pobreza y que, con un precio del cobre menor, se podría incluso retroceder en estos objetivos de bienestar.
Según el Instituto Nacional de Estadística e Informática (INEI), en el año 2021 la pobreza monetaria afectó al 25.9% de la población del país, nivel menor en 4.2 puntos porcentuales al compararlo con el año 2020 (30.1%). Sin embargo, la cifra de pobreza en el año 2021 aún no alcanza lo registrado en el año 2019 (20.2%), siendo mayor en 5.7 puntos porcentuales.
“Este año, en condiciones normales, se debería reducir la pobreza en dos o tres puntos, pero con un crecimiento de 2% el nivel posiblemente se mantenga. Si la economía mundial empieza a ralentizarse o si hay una recesión en Estados Unidos que, entre otros factores, haga que el precio del cobre baje, podrían aumentar incluso los niveles actuales de pobreza”, dijo Arispe a Gestion.pe.
China y el cobre
Según la agencia Reuters, las dos ciudades más grandes de China (Shanghái y Pekín) endurecieron las restricciones por el COVID-19 a sus residentes, lo que ya afectó la producción manufacturera.
Al respecto, Jens Pedersen, analista de Danke Bank, dijo que los confinamientos y cierres en China, el aumento de las tasas de interés en Estados Unidos (y en otros países), y un dólar más alto, están ejerciendo presión sobre el cobre.
“El crecimiento de las exportaciones de China en abril se desaceleró a un solo dígito, el nivel más débil en casi dos años, mientras que las importaciones apenas variaron. Las compras chinas de cobre al exterior cayeron 4% en la comparación interanual”, agregó la agencia.