Durant el Encuentro Presidencial y VI Gabinete Binacional Perú-Bolivia, encabezado por los jefes de Estado de Perú, Pedro Castillo y de Bolivia, Luis Arce, se suscribieron cuatro convenios de cooperación para “agilizar la masificación del gas natural” así como “ofrecer precios accesibles de gas licuado de petróleo (GLP) a la población del sur, impulsar la electrificación rural en Puno y la formalización minera en ambos países, entre otros”.
¿Qué se firmó? En concreto, Eduardo González Toro ministro de Energía y Minas de Perú y su par Franklin Molina, firmaron el Convenio Interinstitucional de Cooperación para integración energética entre ambos países, poniendo énfasis en la industria del gas natural.
En tal sentido, “se desarrollará estudios para determinar la factibilidad técnica y económica de interconectar el proyecto para construir un gasoducto hacia el sur con un posible ducto de Bolivia”.
De esta forma, -dice el Minem- “el vecino país podrá desarrollar una planta de licuefacción de gas natural en el puerto de Ilo para exportarlo y abastecer al mercado peruano”.
Incluso el ministro Gonzales afirmó que el citado convenio beneficiaría al Perú “con la redundancia para el suministro de gas para el Nodo Energético del Sur, con una mayor disponibilidad de ese combustible, entre otros”.
-¿Bolivia tiene recursos para abastecer al Perú?-
Lo dicho por el ministro de Energía y Minas no se ajusta a la verdad. El exministro de Hidrocarburos de Bolivia, Mauricio Medinaceli Monrroy, explicó -a fines de setiembre- las consecuencias que sufrió su país cuando nacionalizó el gas natural, especialmente que en 20 años se quedarán sin recursos.
“Los operadores privados continuaron a cargo de la operación técnica de los campos, sin embargo, para fines contables la propiedad quedó para YPFB, que es la empresa estatal de Bolivia, esto ocasionó que todo el esfuerzo de inversión de los agentes privados se dedicara a la explotación y casi nada a sembrar (...) Por ese motivo, Bolivia pagó una multa de US$ 100 millones a Brasil por el incumplimiento en el envío de gas en el marco del contrato de gas”, explicó el exministro en Ampliación de Noticias de RPP.
Agregó que en 2019, Bolivia tuvo que firmar una adenda con Brasil para disminuir los volúmenes de entrega de gas y, en 2020, con el actual presidente, se firmó otra adenda con Argentina para también disminuir los volúmenes de entrega de gas.
El exministro estimó que Bolivia en 20 años se quedaría sin gas natural debido a la deficiente explotación de la empresa estatal, lo que los obligaría a importar.
“Estamos en el orden de 50 millones de m3 al día producidos. Hace algunos años llegábamos a 75 millones de m3. Cuando se nacionalizó se esperaba producir 80 millones de m3 y se propuso producir 100 millones de m3, pero en estos momentos los campos de gas están en declinación y, si esto sigue así, la capacidad exportadora de Bolivia se acaba en 10 años y, en 20 años, quizás Bolivia deba importar gas natural”, explicó.
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-Otros acuerdos-
El Minem también dio cuenta que se firmó con Bolivia el Convenio Interinstitucional de Cooperación sobre la construcción y operación de redes de distribución de gas natural en Desaguadero y en otras poblaciones del sur peruano.
“En virtud al acuerdo, se desarrollará un proyecto de diseño, construcción y operación de redes de distribución de gas natural en las franjas fronterizas y otras zonas del Perú, lo que agilizará la masificación de ese combustible en esa parte del país, cumpliendo así uno de los objetivos del Gobierno de Pedro Castillo Terrones”, indicó la entidad estatal.
También se suscribió el Convenio Interinstitucional de Cooperación para la comercialización de GLP en poblaciones del Perú, por el cual se implementará un proyecto de comercialización de ese combustible que contribuirá al abastecimiento del sur y beneficiará a la población con precios más accesibles y competitivos.
En materia de minería, se suscribió el Convenio Interinstitucional de Cooperación para el intercambio de experiencias y el fortalecimiento institucional, con el Ministro de Minería y Metalurgia de Bolivia, Ramiro Villavicencio.