El pass through es una medida que cuantifica qué porcentaje de la subida o variación del tipo de cambio impacta en la inflación, es decir, muestra la incidencia del tipo de cambio en el nivel de inflación.
Según el director de Phase Consultores y docente de economía en la Universidad Continental, Juan Carlos Odar, el traspaso es más directo o inmediato en el precio de bienes de consumo importados, como por ejemplo electrodomésticos. De manera más indirecta, e igualmente en el corto plazo, también lo es en el precio de insumos para alimentos como, por ejemplo, maíz o soya.
“Dada la naturaleza perecible de estos alimentos (maíz e soya, entre otros) no se espera mucho para que se traslade al precio final. El hecho que se traiga el insumo a un precio mayor tendría un impacto indirecto en el precio del bien final, es decir, el que ve el consumidor”, indicó.
Para el caso peruano, el pass through se encuentra en alrededor de la décima parte del aumento en el tipo de cambio. En otras palabras, esto significa que por cada 1% adicional en el tipo de cambio, la inflación subiría en el orden de 0.1 puntos porcentuales.
Por ejemplo, si la inflación se ubica en 2.5% y hay un aumento del tipo de cambio en 10%, la inflación, en consecuencia, aumentaría en 1 punto porcentual, ubicándose en 3.5%.
“Hay un poco más de resistencia en el traslado a la baja que al alza. Esto ocurre en el caso de los combustibles, en donde hay cierta resistencia en los precios a bajar”, explicó.
Contexto actual
Según Odar, ya en este momento se tiene una inflación anualizada (agosto 2020-julio 2021) por encima de 3%; es decir, por fuera de la meta del Banco Central de Reserva (BCR).
Si se analiza el efecto del tipo de cambio en la inflación, el cual se distribuye a la largo de varios meses, ya hay una incidencia de alrededor de un punto porcentual. En otras palabras, si se toma en cuenta que la inflación se encuentra en alrededor de 3.8%, esta es ubicaría dentro del rango meta (entre 1% y 3%) del BCR si se quita el efecto cambiario.
En lo que queda del año, debido al contexto político y económico, y otros factores externos, hay incertidumbre en el tipo de cambio, es decir, se tendrán más presiones al alza del dólar.
En un escenario moderado se podría esperar una situación parecida a la del 2015, en donde el tipo de cambio subió alrededor de 15% y, con ello, se tuvo un pass through de 1.4 puntos porcentuales (o una inflación 1.4 puntos porcentuales más alta debido al traspaso).
“A manera de perspectiva, considerando un pass through de 1.4 puntos porcentuales, el año terminaría con un nivel de inflación de alrededor de 4.4%. Esto podría variar en función de la incertidumbre y políticas económicas que se determinen, por lo que podría ser incluso mayor”, advirtió.
¿Se puede llegar a la meta del BCR?
Según Odar, esto es poco probable pues, la condición inicial de incertidumbre podría continuar con las presiones cambiarias al alza. A ello se suma el entorno de inflación global que incidiría también en los precios locales (a través de las importaciones).
Por otro lado, si se diera un escenario de recuperación económica, acompañado de una mayor demanda interna, los precios también estarían presionados al alza. Ante ello, sería un escenario remoto el que la inflación del Perú se ubique por debajo de 3%.
“Ya estamos por encima de 3%, se debería pensar en una inflación negativa en lo que resta del año para llegar al rango meta. En el caso de que esto sucediera, la explicación sería por una demanda bastante floja, lo cual no sería un escenario oportuno”, señaló.
Cabe resaltar que, según Odar, si los agentes económicos entienden la inflación como transitoria, la situación por encima del rango meta no sería alarmante o preocupante en si misma, pues tendrían expectativas que se vuelva a niveles normales.
Consecuencias
El consumidor, señaló Odar, no quiere que ocurran fluctuaciones “bruscas” en su canasta de consumo. En ese sentido, el tener una inflación baja y sobre todo estable coopera a que esa posibilidad se logre, y se tenga un mayor bienestar de la persona.
Por el contrario, si la inflación sube por, en este caso un tipo de cambio más alto, la capacidad de gasto del consumidor se ve afectada, cayendo así su canasta de consumo, en perjuicio de su bienestar. Por ello, algunos bancos centrales, como el BCR, incorporaron las metas de inflación.