Concluida la construcción de la nueva refinería de Talara, la siguiente prioridad de Petroperú debería ser la reactivación del Oleoducto Nor Peruano (ONP), pero carece de los recursos para modernizarlo de forma que vuelva a operar con un menor riesgo de derrames, según expertos.
Este miércoles la empresa estatal informó que el ONP fue nuevamente objeto de un corte (el tercero registrado este año) y de una toma en sus instalaciones ubicadas en el distrito de Manseriche (región Loreto), presuntamente a manos de comuneros de la zona.
¿Cuál es la situación del ducto?
Según la compañía, desde diciembre del 2021 hasta la primera semana de enero del 2023 sumaban ya 15 ataques con más de 50 cortes intencionales.
Ante los continuos atentados y en algunos casos los derrames de crudo, la operación del ducto se mantiene paralizada desde febrero del 2022 a la fecha.
Según informaron a Gestión fuentes allegadas a la petrolera estatal, la empresa prevé reanudar el transporte de petróleo por esa tubería -de 1,106 kilómetros que va desde Loreto al puerto de Bayovar, en Piura- aún en abril próximo.
¿Está listo el oleoducto para llevar el crudo a nueva refinería?
En esa línea, Carlos Gonzales, director gerente de Enerconsult S.A., consideró que, habiéndose ya terminado de construir la nueva refinería Talara, y, además, firmado el contrato para que Petroperú asuma la operación del Lote 192, resta saber si el ONP está preparado para transportar el petróleo de ese yacimiento a la refinadora situada en Piura.
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Sin embargo, cuestionó que, hasta el momento, oficialmente, no se haya anunciado cuándo reanudará Petroperú el bombeo de crudo por esa tubería, y que esta no haya cumplido las normas de seguridad para el transporte del petróleo por ductos.
Gonzáles explicó que en el 2007, el Minem aprobó el reglamento para el transporte de hidrocarburos por ductos, a través del D.S. 081-2007-EM, que introdujo nuevas exigencias para garantizar la seguridad en la conducción de crudo y derivados.
El reglamento disponía que todas las empresas del rubro hidrocarburos debían adecuar sus instalaciones de transporte en un plazo de siete años.
Sin embargo, el experto aseguró que, en su momento, a Petroperú se le dio un mayor plazo de adecuación, que venció el 2014, sin que esa empresa estatal haya cumplido hasta ahora con la adecuación exigida.
Adecuación habría evitado mayores derrames
De haberlo hecho, en caso de sufrir cortes, el ONP habría estado en capacidad de suspender de inmediato el flujo de petróleo, de forma que se habrían reducido al mínimo los derrames de crudo, sostuvo Gonzales.
Explicó que tal labor preventiva se consigue mediante la aplicación de estaciones de monitoreo y de lectura inteligente al interior de los ductos, que, entre otros sistemas, como el uso de smart pigs, refuerzan la seguridad en las estaciones de bombeo de hidrocarburos, como dispone el reglamento antes mencionado.
Costo de la adecuación
Según el experto, la modernización del ONP, con los actuales sistemas de monitoreo inteligente, habría demandado una inversión de entre US$1,200 y US$1,500 millones.
Pero, considerando su actual situación económica, para el especialista, Petroperú no podría asumir tal inversión, que debería haber realizado el Estado, al tratarse de un activo de propiedad estatal.
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Además, refirió que cada día que el ONP permanece paralizado, Petroperú pierde US$ 140,000, a razón de los US$ 7 por barril que deja de cobrar como tarifa del oleoducto por el transporte de los 20,000 barriles de crudo que se pueden extraer de los lotes petroleros ubicados en Loreto.
Es decir, cada mes que la tubería permanece inactiva, la empresa dejaría de percibir US$ 4.5 millones aproximadamente.
Pero esa situación, además, evitará que la nueva refinería de Talara pueda usar el petróleo pesado y con alto contenido de azufre que precisamente producen los lotes asentados en Loreto, y ante lo cual sólo le quedará importar crudo pesado del Ecuador a mayor costo, con lo que se reduce la rentabilidad de la nueva planta.
Pero, asimismo, el ONP es una infraestructura subutilizada, pues si bien podría transportar los 20,000 barriles que es la capacidad de producción de lotes en la selva, en realidad tiene una capacidad de transporte de hasta 100,000 barriles diarios.
Lotes que revierten al Estado aún sin reglas claras
Por su parte, el ex presidente de Petroperú, César Gutiérrez, cuestionó que hasta el momento, Perupetro no haya definido qué sucederá con los lotes ubicados en el noroeste (cuenca Talara) cuyos contratos empiezan a vencer en este año y revertirán al Estado.
Entre octubre y noviembre de este año, anotó, se vencen los contratos de 4 lotes: V, VI, VII y Z-2B, “y hasta el momento no hay una definición sobre lo que se hará con ellos”.
Recordó que la Contraloría General de la República ya ha dado la voz de alerta por la inacción, mediante informe publicado el pasado 02 de febrero (Oficio N° 002-2023-OCI/ 4654-SOO-).
“Estamos entre tres posibilidades: 1) convocar a un concurso-el tiempo se agota-, 2) renovar los contratos-es lo que quieren los operadores actuales-, y 3) otorgárselos a Petroperú, que es el deseo gubernamental, sin tener evaluación alguna”, expresó.
Las responsabilidades de lo que viene ocurriendo, consideró el experto, la tienen Perupetro, como promotor de la exploración-producción; Petroperu, por no tener una solución al Oleoducto Norperuano (ONP), que limita el interés en el lote 192.
Pero también atribuyó responsabilidad al Congreso, que viene discutiendo desde hace seis años los cambios planteados a la Ley Orgánica de Hidrocarburos, que debe fijar las reglas de juego para la actividad petrolera en el país.