A manera de resumen, ¿cómo “avanza” el empleo en medio de esta coyuntura?
Las medidas sanitarias que se han tomado no han logrado su objetivo, que era aplanar la curva de contagios. Claramente la situación es preocupante y bajo esas condiciones, el mercado laboral la tiene difícil. Aun así, el aislamiento social ya acabó para muchos. Lo que se observa es que hay un inicio de actividades en el sector informal, mientras que el formal no esencial está parado.
Para aterrizar las ideas, ¿cómo se compone el mercado laboral peruano?
La mitad de trabajadores son asalariados, lo que es una tasa baja respecto a Europa, donde es casi el 90%, o Estados Unidos, que está arriba de 80%. De ese porcentaje de asalariados, la mitad son formales y la otra informales.
Entre los formales, tienes un quinto en el sector público y el resto en el sector privado. De aquellos que están en el sector privado, tres cuartas partes tienen contratos temporales y los demás contratos indefinidos. Además, hay el grupo de trabajadores independientes (el 40% de la fuerza laboral), donde casi el 90% es informal.
¿Cómo evalúa las acciones hasta ahora dadas por el Gobierno para reactivar la economía, en línea con evitar un mayor deterioro en los empleos?
Por ahora el proceso es sumamente burocrático, las empresas tienen que elaborar un plan de emergencia, presentarlo a una instancia, llenar formularios y luego la supervisión. Probablemente sea un procedimiento al que las más grandes están acostumbradas, pero para las micro y pequeñas será un infierno. Muchas empresas van a quebrar, pero muchas otras pasarán a la informalidad. El aumento de la informalidad será tremendo.
La informalidad no es algo reciente en el país, sin embargo, en medio de la coyuntura, ¿cuánto más podría agravarse la situación?
La parte informal de la economía se está “reactivando”. Independientemente de lo que anuncie el Gobierno, esto va a continuar, no hay cómo pararlo. Estamos frente a lo que puede ser un shock de “informalización” de la economía muy fuerte.
“La parte informal de la economía se está reactivando y la gente está saliendo. Independientemente de lo que anuncie el Gobierno, esto va a continuar”.
¿Qué tan rápido se puede revertir el incremento de la informalidad?
A lo largo de la década, anterior a esta crisis y hasta el 2018, uno podía ver una tendencia leve de reducción de la informalidad, se redujo 7 u 8 puntos porcentuales en ese tiempo. Pero después del 2018 ya no se ha reducido. No va a ser sencillo revertir esto ahora. No sé cuándo vamos a tocar fondo en esta crisis, el panorama es incierto en ese sentido; como decía, para el sector informal es cada vez menos relevante lo que diga el Gobierno.
Hay hogares con un perceptor de ingresos, otros con más. ¿Qué tan vulnerables están los hogares respecto a su ingreso?
Si uno mira la Encuesta Nacional de Hogares, en cada hogar puede haber entre 1 hasta 6 perceptores de ingresos. Donde hay un solo perceptor, los ingresos son bajos, y en buena parte de estos hogares, el grueso de los ingresos no proviene del trabajo necesariamente, sino que son transferencias. Son hogares que van a ser afectados por la crisis, pero “menos”, entendiendo que desde antes ya enfrentaban una situación precaria que no dependía de sus ingresos laborales.
¿Qué pasa con la clase media que está cerca de la pobreza?
La clase media emergente es el sector que está sufriendo más en la crisis… De hecho, hay dos sectores grandes, los pobres a los que no ha llegado la ayuda del Gobierno. Al menos un 20% no habría recibido ayuda por diferentes razones, ya sea padrones con problemas, que si bien se ha actuado rápidamente en este tema, se necesitan padrones más inclusivos.
Y luego está el segundo grupo. Es el que está en el margen de recibir ayuda, la llamada clase media emergente. Gente que hizo progresos en las últimas dos décadas de crecimiento económico, pero que ahora ni recibe ayuda del Gobierno, pero tampoco puede abrir su negocio. Es complicado.
Con lo mencionado, ¿cuál será el golpe a los ingresos de los peruanos?
La perspectiva no luce bien, las remuneraciones van a caer en el transcurso de este año y con suerte habrá una estabilización en algún momento del 2021. No podemos esperar que los ingresos se mantengan cuando se caen los ingresos de las empresas, los de los trabajadores independientes y los asalariados. Esa es la perspectiva para este año, el próximo, e incluso más allá.
¿Y el empleo?
Definitivamente esperamos caídas fuertes. Sin duda, vamos a ver una contracción de 10%, incluso podría ser bastante más fuerte, en este año.
¿Qué podemos hacer para mitigar este efecto?
A mí me parece que el Gobierno debería darle más importancia a tener un sector formal saludable y detener el avance de la informalidad. En eso se tiene que pensar cuando se dan protocolos para el reinicio de las actividades. Hay un exceso de burocracia que necesita ser corregido.
- “Será difícil volver al crecimiento del empleo formal” -
Entre enero y marzo, la tasa de desempleo de Lima Metropolitana se ubicó en 7.8%, y en términos absolutos se estimó que 406,200 personas buscaron un empleo activamente, según INEI.
Con el pasar de los meses, se espera un incremento de esta tasa considerando la situación actual y el impacto del coronavirus en la economía. Sin embargo, para Miguel Jaramillo, investigador principal de Grade, este desempleo se “compensará” con el empleo informal.
“La informalidad es más difícil de combatir que el desempleo, por eso creo que el nuevo punto al que lleguemos en informalidad va a durar un buen tiempo. La informalidad va a subir y se va a quedar ahí por bastante tiempo”, remarcó.
En medio del contexto actual, será difícil que antes del 2022 el empleo formal retorne a los niveles que se registraron a inicios de este año, dijo.
“Vamos a partir con un aparato productivo débil. Una cosa es tener un parón de un mes, pero la situación se complica con más de dos meses”, finalizó.