Ha suavizado el discurso y es más técnico y ordenado, pero hay señales contradictorias. Sigue haciendo ruido esa división partidaria por la cual hay miembros del Gabinete que siguen insistiendo con la Asamblea Constituyente y con normas anti-empleo, y que mantengan a gente cuestionada.
Yendo al discurso mismo, una pregunta que surge es cómo se van a financiar los muchos programas que se anuncian. Algunos son buenos como el tema de la integración del sistema de salud, por ejemplo; además, muchos programas de gasto lo van a hacer a través de gobiernos regionales y locales, y ya hemos visto que ejecutan mal y a veces con corrupción.
No están basando el crecimiento y recuperación de la economía en la inversión privada.
Dos temas preocupan porque no se dice cómo lo van a hacer: la reforma tributaria y la de pensiones.
De otro lado, el anuncio del presidente Castillo de querer estatizar el gas de Camisea es contradictorio y eso sí ahuyenta las inversiones.