El aumento de las tasas de interés, la inflación y la política detendrán un auge del acero en América Latina, según la Asociación Latinoamericana del Acero (Alacero).
El consumo de acero en la región se dirige a un crecimiento de 19% este año a su nivel más alto desde el 2014, mientras que se estima que la producción aumentará 16%. Se espera que la demanda se mantenga estable el próximo año, aunque podría caer hasta 2%, dijo el director ejecutivo de Alacero, Alejandro Wagner.
Las respuestas de los encargados de política monetaria al aumento de la inflación probablemente afectarán a los sectores automotor y de la construcción, mientras que la demanda brasileña podría verse reprimida por incertidumbres de cara a las elecciones presidenciales, dijo Wagner en una entrevista.
Los precios del acero siguen siendo altos pero ya tocaron su punto máximo, mientras que los precios de los insumos regresarán a niveles más normales, dijo.
Las siderúrgicas latinoamericanas todavía están lidiando con importaciones que representan más de un tercio de los suministros regionales, pese a un retroceso en la producción china, dijo Wagner. Un estudio reciente de Alacero muestra que los productores locales enfrentan una serie de desventajas en comparación con sus pares asiáticos, como problemas con la mano de obra, los impuestos, la burocracia y la disponibilidad de financiamiento.
Wagner ve potencial para que los productores latinoamericanos sustituyan las importaciones y exporten más, dado que la producción en la región se encuentra entre las más limpias del mundo: se emiten 1.6 millones de toneladas de dióxido de carbono por cada tonelada de acero, lo que se compara con un promedio global de 1.8 millones de toneladas y con los 2.1 millones de toneladas de China.
Los productores de la región pueden aprovechar los abundantes recursos eólicos, solares y de biomasa, dijo, al tiempo que hizo un llamado a implementar políticas públicas y financiamiento para ayudar a que la industria acelere su proceso hacia un nivel bajo de emisiones de carbono.
Alacero reforzará su compromiso con el Acuerdo de París durante su congreso de esta semana. La asociación dice que la viabilidad y la velocidad de la descarbonización en la producción de acero dependerán fundamentalmente del precio y la disponibilidad de chatarra, gas natural y energías renovables.
De cara al 2050, la atención se centrará en incentivos para una transición gradual a tecnologías de acero con bajas emisiones de carbono, la captura de carbono y la adopción de hidrógeno verde.