La agitación en el mercado petrolero, hundido por la falta de demanda debido a la pandemia, persistió este martes después de que en Estados Unidos los tenedores de contratos de venta a mayo tuviesen que pagar para deshacerse del petróleo.
Un analista sintetizó la debacle: el crudo “vale menos que una pizza”.
Así este martes, luego de un derrumbe histórico el lunes, el barril de petróleo para entrega en mayo cotizado en Nueva York volvió al terreno positivo, pero el precio del barril con entrega en junio tuvo una caída histórica de 43%.
La cotización del barril de WTI, cuyo contrato expiraba este martes, cayó el lunes por primera vez en la historia a terreno negativo, a US$ -37.63, lo cual significa que los propietarios de los contratos de compra pagaron para encontrar compradores para el petróleo físico.
El martes, luego de varios vaivenes, ese contrato terminó en US$ 10.01, repunte que no augura sin embargo un cambio de tendencia para las semanas que vienen.
El barril para entrega en junio, que será la referencia desde el miércoles, cayó 43% a US$ 11.57, algo nunca visto desde la creación de estos contratos a futuro en 1983. Durante la jornada, llegó a caer a US$ 6.50 por unidad.
En Londres, en tanto, el barril de Brent del Mar del Norte para entrega en junio se hundió 24.4% a US$ 19.33, en su peor caída desde el inicio de la guerra del Golfo en 1991.
Cotizaciones, por el piso
“¡Nunca pensé que sería posible que el crudo estadounidense llegara a valer menos que una pizza o incluso un trozo de pizza!”, dijo Jameel Ahmad, jefe de estrategia de divisas e investigación de mercado en FXTM.
“Era impensable pero se hizo realidad para los operadores que el precio del crudo estadounidense fuera negativo por primera vez en la historia”, exclama incrédulo Ahmad.
“El WTI y el Brent han registrado pérdidas importantes hoy”, constató David Madden, analista de CMC Markets, con “una atención muy particular en el Brent”, que estaba un poco al margen del hundimiento histórico del WTI el lunes.
Un derrumbe sin fin
El mercado del petróleo se ha venido derrumbando desde hace varias semanas.
Los precios negativos hacen que los operadores deban pagar para encontrar compradores que tomen posesión del petróleo físicamente, un trabajo complicado en estos tiempos en que prácticamente no hay capacidad de almacenamiento debido al desplome de la demanda y una producción que sigue por encima de las necesidades del mercado.
En Estados Unidos, el almacenamiento es un problema acuciante, ya que el WTI se entrega en un único lugar en el interior del país, a diferencia de Europa donde hay más puntos de almacenamiento y su proximidad con el mar permite que se pueda almacenar en petroleros.
La National Gas Intelligence informa de una tasa de llenado del 80%, según el analista Ipek Ozkardeskaya del Swissquote Bank.
Esto es suficiente para “dar una descarga eléctrica a los productores de petróleo y animarlos a tomar medidas más significativas para apoyar los precios”, dice Fiona Cincotta, de Gain Capital.
Varios países productores se reunieron por teleconferencia este martes para analizar la "situación dramática del mercado", reconoció este martes la Organización de Países Exportadores de Petréoleo (OPEP).
Rusia, principal aliado externo de la OPEP, no participó del encuentro virtual, indicó una portavoz del ministro de Energía ruso, Alexander Novak. La participación de Arabia Saudita, el mayor exportador mundial, tampoco fue confirmada.
El cartel y sus principales aliados como Rusia se comprometieron la semana pasada a reducir su producción de oro negro en proporciones récord, pero los recortes siguen siendo insuficientes en relación a la caída de la demanda.
Arabia Saudita, líder del cartel, dijo el martes que está “vigilando de cerca” los mercados petroleros, y “está dispuesta” a adoptar “cualquier medida adicional” tras el hundimiento de los precios, según la agencia de prensa oficial SPA.
El presidente estadounidense, Donald Trump, anunció que pedirá a su gabinete que ponga en marcha un plan de ayuda de urgencia a la industria del gas y del petróleo, muy golpeada por la caída vertiginosa de los precios.
“Nunca dejaremos caer a nuestro gran sector estadounidense del petróleo y el gas”, prometió en un tuit.