Las monedas latinoamericanas tendrán oportunidad para apreciarse frente al dólar estadounidense si la economía global evita caer en estanflación.
Esa es la perspectiva de Sebastián A. Brown y Drausio Giacomelli de Deutsche Bank AG.
En una nota enviada este martes, ambos analistas señalaron que su escenario de referencia es que las economías del mundo podrán evitar el retorno de la estanflación, la combinación de inflación persistente y crecimiento débil como el que se vio en la década de 1970.
De ser así, dijeron que eso beneficiaría a las monedas de naciones como Brasil, que junto con otros países latinoamericanos estuvo entre los primeros bancos centrales del mundo que comenzaron a aumentar las tasas de interés.
Durante el último mes, las principales monedas latinoamericanas, incluido el peso chileno, el real brasileño y el sol peruano, han caído frente al dólar estadounidense.
Pero incluso con ese retroceso, este año todavía se encuentran entre las monedas de mercados emergentes con mejor desempeño seguidas por Bloomberg, con el real subiendo casi un 12% frente al dólar.
“El crecimiento, más que el aumento de las tasas per se, es el principal factor de riesgo y esperamos que los inversionistas continúen favoreciendo las monedas de las economías más adelantadas en el ciclo de normalización de la política monetaria, mejores valoraciones y una menor exposición a la geopolítica”, escribieron los dos.
“El dólar estadounidense debería seguir siendo el principal impulsor direccional de las divisas emergentes en general, pero las divisas latinoamericanas pueden superarlo durante los fuertes ciclos de las productos básicos, como lo hicieron en el 2004-07, a pesar del alza implacable de los rendimientos estadounidenses en ese momento”, indicaron.
Los analistas de Deutsche Bank dijeron que favorecen el real y el peso mexicano sobre el peso chileno, el peso colombiano y el sol.