Una propuesta para gravar las ventas de cobre de Chile con tasas de hasta 75% está teniendo repercusiones hasta en Perú, donde el principal candidato presidencial quiere imponer una medida similar.
Pedro Castillo, quien se comprometió a nacionalizar un importante campo de gas y recoger más ganancias provenientes de los minerales para financiar gasto social, acaba de agregar un impuesto a las ventas de cobre a su plataforma en un documento que compartió en Twitter el domingo por la noche.
El candidato de izquierda, que mantiene una leve ventaja sobre su rival antes de la segunda vuelta de las elecciones, se une a una lista de políticos de naciones cupríferas que buscan conseguir una mayor participación de los precios récord para combatir la pobreza.
En Chile, el principal país productor del metal rojo, la Cámara de Diputados del Congreso aprobó este mes un sistema de impuestos progresivos a las ventas de cobre en lo que podría convertirse en uno de los gravámenes más fuertes en la minería global.
“Anotemos que ya la Cámara de Diputados de Chile ha aprobado una nueva regalía cuya tasa llega a 75% si supera los US$ 4.0/lb, como hoy sucede”, señaló el partido político de Castillo, Perú Libre, en el documento “Plan de Gobierno Perú al Bicentenario - Sin corrupción”.
Entre las medidas propuestas se encuentran un nuevo impuesto a las sobreganancias; regalías en función a las ventas, “como lo hacen países vecinos como Chile y Colombia”; y la renegociación de contratos de estabilidad tributaria con las grandes empresas, se lee en el documento.
En Chile, la industria minera y el Gobierno dicen que la regalía a las ventas de cobre –que se sumaría a los impuestos corporativos y otro impuesto a las ganancias mineras– perjudicaría la competitividad del país y detendría las inversiones.
Perú, sede de empresas como Freeport-McMoRan Inc. y BHP Group, es el mayor productor de cobre después de Chile y un importante proveedor de zinc, plata y oro.