Goldman Sachs Group Inc. es uno más que podemos agregar a la lista de destacados fondos de bonos de mercados emergentes que abandonaron valores más riesgosos a favor del efectivo.
Los US$ 1,200 millones del fondo de deuda de mercados emergentes de Goldman Sachs acumuló más de 6% de su cartera en un fondo de mercado monetario a principios de este año, según los últimos documentos presentados el 31 de marzo.
También redujo sus apuestas en bonos denominados en pesos de México, así como en bonos de República Dominicana, Guatemala y Ecuador. Aun así, la cartera aumentó sus tenencias en algunos valores de mayor rendimiento de Líbano, Turquía y Pakistán durante ese lapso de tiempo.
Estas maniobras ubican a Goldman en un grupo de inversionistas que incluye a JPMorgan Chase & Co. y DoubleLine Capital, que están reduciendo la exposición al riesgo dentro de sus carteras de deuda de países en desarrollo en medio de advertencias de un aumento en los incumplimientos soberanos.
Los administradores de dinero también se enfrentan a un colapso en las monedas latinoamericanas desde Brasil hasta México, pasando por Colombia, que están ejerciendo presión sobre los bonos locales.
El fondo Goldman, gestionado por Sam Finkelstein y Ricardo Penfold, ha devengado -11% este año, por debajo de su índice de referencia, según datos compilados por Bloomberg. El rendimiento anualizado a cinco años de la cartera es de 1.6%.
Un portavoz de Goldman rehusó hacer comentarios.
Los inversionistas están cada vez más ansiosos sobre cómo algunas de las naciones menos industrializadas del mundo pagarán sus bonos mientras luchan contra una crisis de salud pública.
El Instituto de Finanzas Internacionales con sede en Washington, un grupo de instituciones financieras, ha coordinado conversaciones sobre alivio de la deuda para mercados emergentes con empresas que administran casi US$ 45 billones en activos.
Están contemplando cómo expandir la ayuda financiera a los países que se enfrentan a vencimientos de US$ 730,000 millones este año en medio de la pandemia de coronavirus e inestables precios del crudo.
La semana pasada, Gita Gopinath, economista en jefe del Fondo Monetario Internacional, dijo que las necesidades de financiamiento externo para las naciones en desarrollo probablemente excederán con creces los US$ 2.5 billones que el fondo había proyectado previamente.