Jerome Powell merece las gracias de los alcistas de las acciones, así sea solamente por una pausa en una caída de siete días que borró US$ 6 billones.
El S&P 500 subió aproximadamente 6% desde la primera vez que analizó los recortes de tasas el viernes, y cualquiera que haya vivido la semana pasada está contento por el respiro.
A juzgar por la reacción de hoy, sin embargo, está claro que hay ansiedad mezclada con la gratitud.
Aun cuando el jefe de la Reserva Federal ofreció un estímulo adicional, reconoció que esta flexibilización es insuficiente para resolver la miríada de riesgos económicos y de salud que plantea el coronavirus. Eso es evidente, pero es un mensaje que ni las empresas ni los consumidores tomarían con calma.
Tampoco los inversores. El índice S&P 500 subió 0.5% antes de la conferencia de prensa del presidente de la Fed, Jerome Powell, a las 11 am, hora de Nueva York. Cuando terminó de responder preguntas, las acciones cayeron 1.8% a mínimos de la sesión.
“Está recortando, y esencialmente socava su propia decisión al señalar que las herramientas de la Reserva Federal son inadecuadas”, asegura Neil Dutta, jefe de economía estadounidense en Renaissance Macro Research. “Es importante establecer lo obvio en tiempos de pánico del mercado cuando es útil para usted, pero también es importante saber cuándo no hacerlo”.
Se le preguntó a Powell qué había cambiado entre la semana pasada, cuando una letanía de oradores de la Fed indicó que un recorte no era inminente, y hoy. Citó la propagación más amplia del virus, incluso en Estados Unidos, y el riesgo para las perspectivas de la economía.
Lo que no mencionó fue el cambio en las condiciones financieras desde el último máximo histórico del mercado de valores el 19 de febrero hasta el viernes pasado, un movimiento similar a casi 50 puntos básicos de ajuste. Si bien planteó “un movimiento significativo en los mercados financieros”, los inversores de renta variable pueden haber querido un mayor reconocimiento de su difícil situación.
Powell mantuvo sus respuestas breves, sin decir nada que sugiriera que se está evaluando remedios poco ortodoxos o más creativos. Indicó que el banco central no discutió ninguna herramienta además de los recortes de tasas como parte de la respuesta de política en este momento. Eso también puede estar preocupando a los mercados.
La senadora Elizabeth Warren, por ejemplo, llamó a la Fed a “ofrecer préstamos de bajo costo a compañías que acepten apoyar a sus trabajadores y que necesiten un poco de ayuda para sobrevivir los próximos meses”.
“Pensé que había tres problemas” tuiteó Dominic White, economista jefe de Absolute Strategy Research en Londres. “1. Bien podría haber dicho ‘no, no hay coordinación aquí’. 2. Todo sobre los efectos económicos. 3. Prácticamente descartó algo más que los recortes de tasas”.
Por supuesto, no todos tienen una visión tan negativa de la actuación de Powell. Robin Brooks, economista jefe del Instituto de Finanzas Internacionales, la calificó como la mejor hasta ahora.
“Muy claro en muchos temas”, escribió. “¿Estamos viendo estrés crediticio?: en realidad, no. ¿Es esta una acción coordinada del G7?: estamos actuando por nuestra cuenta, pero puede venir una acción más coordinada. Honesto sobre el gran grado de incertidumbre, que por supuesto valida el recorte”.