España es la última nación europea que recurre al candente mercado de deuda verde en su intento por financiar proyectos que mitiguen el cambio climático.
El país recaudó el martes 5,000 millones de euros (US$ 5,900 millones) con la venta de un bono con vencimiento en el 2042 a través de bancos. El Tesoro obtuvo más de 60,000 millones de euros de demanda —una cantidad 12 superior a la ofrecida— después de conceder un llamado “Early Bird Special” que premiaba a los inversionistas por realizar pedidos tempranos con una asignación mayor.
Con catástrofes naturales que abarcan desde incendios forestales hasta inundaciones, el clima ocupa un lugar destacado en la agenda, y países de todo el mundo están acudiendo al mercado para financiar una recuperación más ecológica de la pandemia. Otros países que han colocado deuda verde han atraído enormes carteras de pedidos con sus ofertas sostenibles.
“Hay una gran demanda de emisiones soberanas verdes”, señaló Chris Iggo, director de inversiones básicas de AXA Investment Managers. “Ha habido muchos bonos verdes corporativos, pero los inversionistas necesitan diversificación. Los fondos de bonos verdes dedicados, los fondos de renta fija sostenible más amplios, los fondos de pensiones y las compañías de seguros serán compradores naturales”.
La venta de España dio inicio a un ajetreado mes de setiembre para los bonos verdes. Esta semana, la Isla de Man se convirtió en el primer emisor ético soberano en la moneda británica mientras que Alemania colocó deuda.
El próximo mes seguirá la Unión Europea. Casi la mitad de los mandatos del lunes en el mercado primario fueron para operaciones sostenibles, y el Reino Unido también debutará, lo que podría llevar los acuerdos mensuales a un récord.
España encargó a Barclays Plc, Banco Bilbao Vizcaya Argentaria SA, Credit Agricole SA, Deutsche Bank AG, JPMorgan Chase & Co. y Banco Santander SA la gestión conjunta de la venta.