Los inversionistas preocupados por el medio ambiente recompensaban antes a los emisores con un jugoso greenium, es decir, el diferencial entre los bonos verdes de un emisor y los bonos no verdes. Foto: Erin Kirkland/Bloomberg
Los inversionistas preocupados por el medio ambiente recompensaban antes a los emisores con un jugoso greenium, es decir, el diferencial entre los bonos verdes de un emisor y los bonos no verdes. Foto: Erin Kirkland/Bloomberg

Se suponía que estos bonos iban a cambiar el mundo, pero las empresas y los bancos estadounidenses están cada vez menos interesados en venderlos.