En el panorama de la deuda argentina casi sin valor, la letra pequeña en los niveles de acuerdo de acreedores puede hacer toda la diferencia.
Si bien todos los bonos extranjeros de Argentina están valorados a precios récord bajos, los llamados bonos de descuento, así como los bonos denominados en francos suizos con vencimiento en octubre, valen más porque sus tenedores tienen más influencia sobre el gobierno en las conversaciones de deuda actuales.
Los bonos, que necesitan niveles más altos de acuerdo de acreedores en las cláusulas de acción colectiva para ser reestructurados, también tienen montos de capital más pequeños pendientes, lo que facilita la organización de los tenedores y un frente de negociación común, según William Snead, analista de investigación para BBVA en Nueva York.
“Hasta cierto punto, este bono se ha utilizado como una jugada defensiva”, dice Snead. “Podría ser más difícil para el gobierno alcanzar los umbrales de aprobación necesarios”.
Los bonos argentinos en francos suizos cotizan a 36.6 centavos por dólar, mientras que el los bonos de descuento en euros y en dólares se negocian alrededor de 34 centavos. Los otros bonos soberanos de Argentina se negocian por debajo de 30 centavos.
Argentina busca renegociar su deuda externa y volver a trabajar en un acuerdo con el Fondo Monetario Internacional, en medio de un colapso histórico en los mercados mundiales provocado por la pandemia de coronavirus.
Si bien los bonos están actualmente incluidos en la lista de notas que Argentina busca reestructurar, Juan Manuel Pazos, economista jefe de TPCG Valores en Buenos Aires, dice que la participación de bloqueo de los acreedores significa que no pueden ser renegociados con el resto de la deuda de Argentina. Eso obligaría al gobierno a seguir pagando intereses.
“La expectativa es que estas notas queden fuera de la reestructuración”, dice Pazos. “Obtener el consentimiento será muy difícil”.