El mercado del trigo, ya bajo fuerte presión por la guerra en Ucrania, se ve sacudido ahora por el embargo de India a sus exportaciones y en plena reconfiguración del sector con medidas como la de autorizar en Argentina el cultivo de trigo genéticamente modificado.
India anunció el viernes una prohibición eral de las exportaciones de trigo para garantizar la seguridad alimentaria de sus 1.400 millones de habitantes.
Este embargo del segundo productor mundial, que había dicho que estaba dispuesto a reservar hasta 10 millones de toneladas de su próxima cosecha, sorprendió a los mercados.
Récord superado
El precio del trigo batió un récord el lunes alcanzando 438.25 euros por tonelada en el mercado europeo para entrega anticipada.
El martes, el HRW (el trigo de invierno cotizado en Kansas City), batió otro récord tras una subida del 78% desde mediados de enero.
Todos los indicadores están en rojo y nada parece poder reemplazar la producción ucraniana desestabilizada ahora por la guerra.
En el 2021 India exportó casi 20 millones de toneladas pero para el 2022 las previsiones de producción fueron recortadas un tercio, según el último informe mensual del Departamento de Agricultura estadounidense.
Tras la medida de India, todos los analistas pronostican “precios altos” en “un mercado tenso hasta el año que viene”.
“Esto es exactamente lo que ocurrió en 2008-2009. Los precios de los alimentos subieron y muchos de los grandes países exportadores, entre ellos Argentina, limitaron sus exportaciones. Y, por supuesto, el mercado mundial estaba aún más ajustado, lo que hizo subir aún más los precios”, dice Wes Peterson, profesor de economía agrícola de la Universidad de Nebraska-Lincoln.
“Durante los últimos 20 o 25 años, los precios [de los productos agrícolas] han seguido una tendencia al alza. Esa tendencia, y los picos, son el resultado del cambio climático”, dijo.
Trigo transgénico de Argentina
Las cosechas de este año en Oriente Medio, India y Marruecos --que ha perdido la mitad de su producción-- se han visto gravemente afectadas por el calor y la escasez de agua, y cada vez hay más preocupación en las llanuras centrales de Estados Unidos y en Europa Occidental, sobre todo en Francia, donde el gobierno ha rebajado las previsiones de rendimiento del trigo.
En este contexto muy tenso, Argentina acaba de autorizar el cultivo comercial de variedades de trigo transgénico que llevan un gen de girasol que en teoría las hace más resistentes a la sequía.
La decisión, tomada en el 2020, era la última etapa antes de la siembra prevista para la próxima campaña, lo que convierte a Argentina en el primer país del mundo en permitir la comercialización de trigo transgénico.
“No sabemos qué volumen está previsto, pero Argentina ya ha recibido el acuerdo de su principal cliente, Brasil, que ha autorizado el consumo de trigo transgénico”, dijo Damien Vercambre, de Inter-Courtage.
Sin esperar a la próxima campaña, Naciones Unidas intentan asegurar el suministro a los países más frágiles que dependen de los cereales del Mar Negro.
Estados Unidos espera convencer a India de que “reconsidere su decisión” de imponer un embargo en una reunión del Consejo de Seguridad el jueves.
En Euronext, hacia las 13h00 GMT del miércoles, el trigo blando cotizaba a 436.5 euros la tonelada para entrega en septiembre y el maíz a 371.5 euros para junio. La colza se cotizaba a 865.5 euros la tonelada para agosto.
En la Bolsa de Chicago, poco antes de la apertura, el trigo SRW estaba a 12.54 dólares el bushel y el maíz a US$ 7.985 para entregas en julio. La soja estaba a US$ 16.82.