El dólar estadounidense está recuperando su fuerza frente a las principales divisas internacionales al situarse de nuevo como activo refugio frente a las caídas de este mes en la bolsa y los temores de recesión en economías en desarrollo, algo que ha venido acompañado de un desplome en el precio del oro, otro valor de reserva.
La volatilidad en Wall Street y los datos que muestran una recuperación débil en Estados Unidos por el parón económico al que ha obligado la pandemia del COVID-19 han llevado a los inversores a perder el apetito por el riesgo y buscar refugio en la moneda estadounidense.
El euro, que se llegó a pagar a comienzos de este mes cerca de los 1.20 dólares, hoy rondaba la banda inferior de los US$ 1.16 poco después de la apertura de Wall Street.
La Reserva Federal (Fed) aseguró esta semana que mantendrá su política de tipos de interés cercanos a cero durante años si es necesario, para permitir una reducción de desempleo y una inflación de 2%.
No obstante, el martes, el presidente de la Reserva Federal de Chicago, Charles Evans, dijo que cabe la posibilidad de comenzar a volver a subir los tipos de interés pese a que la inflación no alcance el objetivo de 2%, lo que añadió impulso al dólar, que podría subir aún más si otros bancos centrales anuncian medidas de estímulo.
El repunte de la pandemia en Europa, con nuevas medidas de control de los movimientos para reducir los contagios, y los malos datos de empleo en Estados Unidos, pese al reinicio de la actividad comercial, no dejan a los inversores muchas opciones seguras.
El oro, una alternativa refugio al dólar, no está recibiendo bien la fortaleza de la divisa estadounidense, y ha perdido la cota de los US$ 1,900 por onza. A primera hora de hoy en Wall Street acumulaba unas pérdida de más de 5% hasta los US$ 1,861.90.
Un dólar fuerte es negativo para la mayoría de materias primas y metales que cotizan basados en la divisa.