¿Enloqueció Wall Street? La economía mundial se desmorona, la pandemia del coronavirus ha matado a más de 248,000 personas a nivel mundial y 30 millones de estadounidenses se quedaron sin trabajo como consecuencia del Covid-19. Las cifras siguen aumentando día tras día.
La bolsa de valores estadounidense, no obstante, registró su mejor mes en una generación.
Wall Street agrupa a inversionistas enfocados en el futuro, que fijan los precios de las acciones pensando en lo que van a ser las ganancias de las empresas y la economía en general en uno o dos trimestres.
Desde febrero hasta fines de marzo, los inversionistas hicieron bajar 34% el índice S&P 500, pronosticando un desempleo astronómico que derivaría en una recesión. En abril, cuando nuevas estadísticas confirmaron esos temores, los inversionistas se enfocaron en un puñado de datos que podían generar optimismo.
El S&P 500 subió 26.5% desde que tocó fondo el 23 de marzo, la misma semana en que el gobierno informó que una cantidad récord de personas habían solicitado el seguro de desempleo, casi 6,9 millones.
Cuando los clientes llaman a Villere & Co., una consultora de inversiones de Nueva Orleáns, generalmente hacen la misma pregunta, según el gerente de inversiones Sandy Villere.
“Preguntan: ¿Caeremos en una recesión?”, señaló. “Les digo que sí, que la bolsa ya entró en una recesión y que ahora está saliendo de ella”.
Algunas de las razones por las que el mercado decidió enfocarse en el futuro:
La Reserva Federal salió al rescate... otra vez
No contradigas a la Fed, dice un dicho. El banco central hace todo lo que puede para apoyar la economía, desde reducir las tasas de interés para dejarlas en casi cero hasta hacer la promesa sin precedentes de comprar riesgosas deudas corporativas. Todo con el fin de garantizar que los mercados prestamistas tienen suficientes fondos y evitar que los precios se disparen.
Los inversionistas dicen que eso descarta el peor escenario posible para los mercados: Un derrumbe parecido al de la crisis financiera del 2008. Y un Congreso muy dividido se unió para aportar billones de dólares a la economía, en la esperanza de llenar el vacío generado por el desplome de la actividad económica.
Las infecciones se han nivelado en algunas regiones y se empieza a hablar de una reactivación de la economía
En Nueva York, un estado muy golpeado por la pandemia, la cantidad de hospitalizaciones bajó respecto de los niveles alcanzados a mediados de abril, en que llegaron a su pico.
Algunos estados ya planean el levantamiento paulatino de las restricciones impuestas para contener el virus. Georgia ha estado a la vanguardia y ya permite el funcionamiento de peluquerías, gimnasios y salones de belleza.
Incluso los datos económicos más alarmantes pueden tener algunos elementos positivos
Joe Seydl, ejecutivo de J.P. Morgan Private Bank, comenta que la mayoría de los empleos que desaparecieron en marzo fueron licencias temporales, no pérdidas permanentes.
“Eso puede ser visto como un aspecto positivo”, expresó. “Sabemos que el desempleo va a aumentar mucho. Pero cuando lo analizas con detenimiento, con frecuencia es algo temporal”.
La historia indica que las acciones generalmente empiezan a recuperarse cuando la economía todavía está mal.
Considere la recesión del 2008: Las acciones empezaron la recuperación más prolongada de la historia cuando las ganancias de las empresas todavía se resentían y aumentaban los despidos. El desempleo alcanzó su pico siete meses después.
Muchos inversionistas, no obstante, se muestran escépticos de este repunte en vista de las incertidumbres que sigue habiendo en torno a cuánto durará la recesión.
Si hay una segunda ola de infecciones, muchas empresas y negocios podrían volver a cerrar apenas reabrieron. Las acciones ya no serán baratas después de este reciente repunte de la bolsa. Y resta por verse si las empresas podrán pagar los préstamos que sacaron, que dejaron una deuda de US$ 9.6 billones en bonos.