El mercado de valores estadounidense por fin es tan rápido como lo era hace unos cien años.
Esa fue la última vez que las operaciones de acciones en Nueva York se liquidaron en un solo día, como lo harán a partir del martes según las nuevas normas de la Comisión de Bolsa y Valores de Estados Unidos (SEC, por sus siglas en inglés). El cambio, que reduce a la mitad el tiempo necesario para completar cada transacción, también se produjo el lunes en jurisdicciones como Canadá y México.
El cambio al sistema conocido como T+1 —el que fue abandonado cuando los volúmenes se volvieron difíciles de manejar— en última instancia tiene como objetivo reducir el riesgo en el sistema financiero. Sin embargo, existen preocupaciones sobre posibles problemas iniciales, incluido el hecho de que los inversionistas internacionales puedan tener dificultades para conseguir dólares a tiempo, que los fondos globales se muevan a diferentes velocidades hacia sus activos y que todos tengan menos tiempo para corregir errores.
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La esperanza es que todo funcione sin problemas, pero incluso la SEC dijo la semana pasada que la transición puede provocar un “repunte a corto plazo de los fallos en la liquidación y desafíos para un pequeño segmento de participantes en el mercado”. El principal grupo del sector financiero mundial, Securities Industry and Financial Markets Association, creó lo que denomina T+1 Command Center para identificar problemas y coordinar una respuesta.
Empresas de todo tipo llevan meses preparándose, reubicando al personal, ajustando los turnos y revisando los flujos de trabajo, y muchas dicen confiar en su propia preparación. Lo que les preocupa es si todas las demás contrapartes e intermediarios están organizados de forma similar.
“Hay muchas dependencias en el sector y puede que algunas empresas tengan apuros”, afirma Tom Price, director general y responsable de tecnología, operaciones y continuidad de negocio de Sifma. “Pero me anima saber que las empresas están dotándose de personal. Se están asegurando de que la gente no esté en la playa durante el período de transición, sino en la oficina”.
Transición desafiante
No es la primera vez que Wall Street experimenta una transición de este tipo, pero los profesionales del sector dicen que será la más difícil.
La era del T+1 de los años 20 —una década apodada “los locos años 20″ en parte por el asombroso rendimiento del mercado bursátil— terminó porque la naturaleza manual de las transacciones hacía imposible seguir el ritmo de la creciente actividad comercial. El plazo de liquidación llegó a ampliarse hasta cinco días.
Se redujo a tres en la década de 1990, como parte de las secuelas del colapso del Lunes Negro de 1987, y luego a dos días en 2017 para reflejar mejor el mercado moderno.
El recorte a un solo día es diferente debido al tamaño y la escala del mercado actual, la complejidad de la inversión transfronteriza y el hecho de que Estados Unidos está dejando atrás a muchas otras jurisdicciones.
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En particular, las operaciones con divisas se liquidan tradicionalmente en dos días, lo que significa que los inversionistas internacionales que deseen financiar operaciones con valores estadounidenses tendrán que obtener sus dólares mucho más rápidamente. A pesar del plazo nominal de un día, en la práctica significa que muchos tendrán solo unas horas para hacerlo. Eso coincide con un periodo de notoria baja liquidez.
“Es probable que se produzca un ajuste de los requisitos de liquidez hacia el final de la jornada de negociación de divisas y poco después, entre las 15:00 y las 19:00 horas en Nueva York”, dijo Michael Wynn, jefe de servicios de ejecución del área de servicios de valores de Citigroup Inc. “Cómo se liquiden esos flujos al final del día será clave para la liquidez”.
A mediano y largo plazo, Wynn dijo que Citi espera que la liquidez mejore “a medida que las operaciones se vayan normalizado”.
También se avecinan dos grandes pruebas inmediatas para el sistema T+1: en primer lugar, el llamado doble día de liquidación del miércoles, en el que las operaciones T+2 del viernes vencen al mismo tiempo que las operaciones T+1 del martes. Luego vendrá el ajuste del índice de MSCI Inc. al final de la semana, cuando los fondos de todo el mundo que siguen sus indicadores reequilibren sus tenencias al mismo tiempo.
“Estamos preparados para esas olas esperadas”, dijo Christos Ekonomidis, director del programa T+1 en BNY Mellon. “Sabemos que habrá algunos problemas con una transición como esta, por lo que se trata de tener los recursos adecuados para solucionarlos rápidamente”.
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