El precio del Petróleo Intermedio de Texas (WTI) abrió este lunes con un desplome de 24.3%, hasta US$ 12.83 el barril, en otro lunes negro motivado de nuevo por la falta de almacenamiento a nivel mundial, especialmente en los principales puntos de reserva y acopio de Estados Unidos, y la importante caída en la demanda como consecuencia de la pandemia del Covid-19.
A las 9.15 hora local de Nueva York (13.15 GMT), los contratos futuros del WTI para entrega en junio restaban US$ 4.11 con respecto a la sesión previa del viernes.
Los precios del crudo, que tras llegar a cotizar en negativo se recuperaron a finales de la semana pasada con importantes subidas, volvían a desplomarse a la par que el punto de entrega del crudo estadounidense, en Cushing (Oklahoma), se acerca a los límites de su capacidad tras aumentar 10% la última semana y rozar ya los 60 millones de barriles, 25 millones por debajo de su capacidad.
La falta de almacenaje en Oklahoma se suma al aumento en unos 15 millones de barriles, hasta los 518.6 millones, de las reservas estadounidenses correspondientes a la semana del 17 de abril, según la Administración de Información de Energía (AIE) de Estados Unidos.
Por otro lado, los analistas señalan que ni siquiera un comienzo temprano de los ajustes acordado por la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) y recortes más intensos en productoras como Saudi Aramco o Kuwait Petroleum Corporation, ni la caída para mayo y junio en la producción estadounidense por el cierre de pozos, que se estima en unos 500,000 barriles por día (bpd), será suficiente para abordar el exceso de oferta y la falta de almacenaje a nivel mundial.
"Los precios no pueden hacer otra cosa que caer si los productores no tienen donde almacenar su crudo", expresó el analista de Rystad Energy Bjornar Tonhaugen en una nota.
Tonhaugen aseguró que la variable del almacenamiento se está convirtiendo en una “fuerza negativa” en la ecuación de los precios.
En general, los expertos coinciden en que independientemente de los recortes anunciados por la OPEP o los que puedan realizar otros países productores, la recuperación de la demanda y, en general de la economía, es un aspecto clave para devolver el equilibrio a los mercados energéticos.
Los precios del WTI han caído más de 70% en lo que va de año y se sitúan muy lejos de los US$ 60 que llegaron a marcar en enero, lo que ha provocado el cierre de varios pozos y plataformas y que varias productoras se hayan declarado en bancarrota, una situación que podría extenderse a otras empresas de continuar los precios en los mismos niveles.