La agencia de calificación crediticia Fitch Ratings rebajó este miércoles la nota soberana de México al anticipar que el impacto de la pandemia del nuevo coronavirus conducirá este año a “una severa recesión” en la segunda mayor economía de América Latina.
Fitch degradó la calificación para la deuda mexicana de largo plazo de “BBB” a “BBB-” con perspectiva estable, aún dentro del grado de inversión.
“Una recuperación a partir del segundo semestre del 2020 se verá frenada por los mismos factores que han obstaculizado el desempeño económico reciente”, indicó en un comunicado, previendo una contracción del PIB de 4% para este año.
La agencia destacó entre dichos factores el deterioro del clima de negocios en ciertos sectores, a pesar de algunos ejemplos de cooperación con los privados en áreas como el desarrollo de infraestructura, y la “erosión” percibida en el marco regulatorio del país.
También, subrayó que aun cuando el gobierno del izquierdista Andrés Manuel López Obrador ha dicho que no recurrirá al endeudamiento para financiar la respuesta fiscal a la recesión provocada por la pandemia, la razón de deuda con respecto al PIB saltará unos 6 puntos porcentuales a casi 50%, el más alto desde los años 1980.
“Consolidar las finanzas públicas una vez que la crisis termine y regresar la [relación] deuda/PIB a un curso sostenible será un desafío”, estimó Fitch.
Destacó, no obstante, que el marco de política monetaria “creíble” construida en torno a un tipo de cambio flexible y a metas de inflación sigue siendo una “fortaleza” para la calificación y ayudará a la economía mexicana a absorber los choques externos.
Fitch anticipa una “pronunciada caída” de la economía local durante el primer semestre.
A finales de marzo, S&P también redujo un peldaño la calificación soberana en moneda extranjera y local de México, con perspectiva negativa, en vista del impacto económico del nuevo coronavirus.
López Obrador presentó a inicios de abril un plan de reactivación que apuesta por mayor austeridad gubernamental, programas sociales y algunas obras de infraestructura como respuesta al golpe económico de la pandemia.
Su propuesta, sin embargo, decepcionó al empresariado local y a los mercados que estiman que el plan es insuficiente para atenuar el desplome económico.
El propio gobierno estima que la caída podría ser de casi 4%, mientras que el Fondo Monetario Internacional (FMI) pronosticó el martes una debacle del 6.6% para el PIB mexicano en 2020.