Tres de las mayores refinerías mundiales de oro dijeron que reabrirán parcialmente tras un cierre de dos semanas que provocó disrupciones en el suministro del metal a nivel global.
Valcambi, Argor-Heraeus y PAMP, situadas cerca de la frontera de Suiza con Italia, fueron cerradas el 20 de marzo por una orden gubernamental que suspendió las labores industriales no esencial para contener la propagación del coronavirus.
Juntos procesan cerca de 1,500 toneladas de oro al año -equivalente a un tercio del suministro global- y son un punto de tránsito clave, ya que purifican el material extraído de la mina y dan forma al metal para poder moverlo entre mercados que requieren oro en diferentes tamaños y formas.
El temor a que fuera imposible convertir suficientes barras de 400 onzas almacenadas en Londres en las de 100 onzas que se usan en Nueva York disparó los precios de los futuros del oro en Estados Unidos por encima de los británicos tras el cierre de las refinerías.
Valcambi y Argor dijeron el domingo que recibieron la aprobación del gobierno para reabrir de manera parcial el 6 de abril. PAMP afirmó el viernes que tiene permiso para reabrir.
Según indicaron, la condición es que cumplan medidas más estrictas de higiene y seguridad.
Valcambi y PAMP dijeron que esto significa que podrían operar a menos del 50% de su capacidad. Argor afirmó que tendrá un “régimen de trabajo reducido”, dividiendo a su plantilla en tres grupos para trabajar en turnos separados.
El impacto económico causado por la pandemia de coronavirus está impulsando al alza la demanda de oro por parte de inversores minoristas y financieros.
El oro es visto tradicionalmente como un activo de refugio que mantiene mejor el valor que otros en tiempos de turbulencia.
Las tres refinerías procesan también plata y otros metales preciosos.