Los precios del cobre cayeron el miércoles a su mínimo en más de tres semanas por preocupación ante la debilidad de los beneficios industriales en China, principal consumidor de metales, y por posibles nuevas alzas de tasas de interés en Estados Unidos que frenen el crecimiento económico y la demanda de metales.
El cobre a tres meses en la Bolsa de Metales de Londres (LME) perdía un 1.2%, a US$ 8,263 por tonelada a las 1600 GMT, luego de tocar su nivel más bajo desde el 5 de junio a US$ 8,212, retrocediendo desde los máximos de dos meses que alcanzó la semana pasada.
Datos publicados el miércoles mostraron que los beneficios anuales de las empresas industriales chinas ampliaron un descenso de dos dígitos en los cinco primeros meses, ya que el debilitamiento de la demanda redujo los márgenes.
Los inversores también se mostraron inquietos por las implicaciones de los sólidos datos estadounidenses del martes, que mostraron que el mercado inmobiliario recuperaba fuerza mientras que la confianza del consumidor alcanzaba un máximo de 17 meses.
Los metales se vieron sometidos a más presión cuando el presidente de la Reserva Federal, Jerome Powell, no descartó más subidas de tasas en la próxima reunión del banco central.
Ello provocó un fortalecimiento del índice dólar, encareciendo las materias primas que cotizan en el billete verde para los compradores que utilizan otras monedas.
La caída del cobre, sin embargo, se veía amortiguada por la escasez de existencias.
Los inventarios mundiales de cobre se hundieron a mínimos de 15 años, avivando la preocupación por la oferta, sobre todo si la demanda en China, principal comprador, empieza a repuntar tras la puesta en marcha de nuevos estímulos.
Entre otros metales básicos, el aluminio en la LME cedió un 1%, a US$ 2,173.5 la tonelada; el zinc restó un 1%, a US$ 2,363.5; el plomo bajó un 1%, a US$ 2,076.5; el níquel perdió un 3.4%, a US$ 20,090 luego de tocar un mínimo de un año; y el estaño cayó un 0.8% a US$ 26,080.