Problemas que aquejan a la Bolsa de Valores de Lima (BVL), como la baja liquidez, negociación y profundidad, se acentuaron este año conforme la aversión al riesgo se extendió entre los inversionistas.
Pero los participantes de ese mercado se aferran a la posibilidad de que el entorno económico y político mejore y que, en tal escenario, la exoneración del impuesto a la renta a las ganancias bursátiles sea un catalizador para la plaza limeña.
En esa dirección, la comisión de Economía del Congreso aprobó ayer exonerar del impuesto a la renta a las ganancias de capital, obtenidas en la BVL hasta el 31 de diciembre del 2026.
La medida –que recibió 11 votos a favor, nueve en contra y dos abstenciones- comprende a las rentas obtenidas por personas, sucesiones indivisas y sociedades conyugales, hasta las primeras 100 UIT (S/ 495,000) y no incluye a las que podrían generar las empresas.
El presidente de la citada comisión, César Revilla, afirmó que la exoneración -cuyo plazo se extingue el 31 de diciembre del presente año- favorece el desarrollo del mercado de valores y a la economía peruana en general, lo que a su vez se corrobora con la experiencia internacional sobre el bienestar que este tipo de beneficios permite.
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Negociación en la Bolsa de Lima
“Esta norma ha coadyuvado a que la Bolsa de Valores de Lima sea más competitiva en la región, pese a que aún se encuentra rezagada frente a sus pares de Chile, Colombia o México”, manifestó.
Sin embargo, en el debate, algunos congresistas mostraron su oposición a extender los beneficios a los inversionistas pues no han propiciado un incremento de los volúmenes de negociación y liquidez en la BVL.
Además, criticaron que la referida exoneración afecta al erario público.
En efecto, hasta octubre se transaron en la BVL US$ 1,853.9 millones, monto inferior en 37% al negociado en igual lapso del 2022, y en 62% si se compara con dos años atrás.
El presidente de Procapitales, Andrés Kuan Veng, sostiene que las sucesivas crisis de índole externa y local, como las guerras, distorsiones climáticas e inestabilidad política, afectaron la inversión extranjera y doméstica en el mercado de valores local, y prevalecieron sobre el marco positivo que genera la exoneración a las ganancias de capital.
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El riesgo de que la bolsa limeña baje de categoría
La decisión de extender tal beneficio hasta el 2026 está ahora en manos del pleno del Congreso, y Kuan Veng advierte que, de no ratificarse en esa instancia, provocaría cambios en las reglas de juego que ahuyentarían aún más a los inversionistas de la BVL y precipitarían a esta a la categoría de mercado frontera (actualmente tiene el rango de emergente), lo que a su vez provocaría alzas en las tasas de interés que afectarán a las empresas.
En tanto, el gerente general de BBVA Bolsa, Jorge Ramos, considera que extender la exoneración no solo ayudará a los inversionistas, sino también a las empresas pues la BVL se erige como una alternativa al sistema financiero para conseguir fondeo y crecer.
En el contexto de la integración de las bolsas de Santiago, Bogotá y Lima, la exoneración será clave para que esta última sea más competitiva que sus pares, enfatiza. “Es el momento ideal pues vamos a ser más competitivos frente a esos mercados”, añade.
Y aunque confía en que, por tales argumentos, el pleno del Congreso aprobará prorrogar la exención, Ramos es cauto y, tal como Kuan Veng, sondea los riesgos de que la iniciativa se frustre en la sesión plenaria decisiva.
“El mercado peruano es poco desarrollado y es atacado por problemas de ruido político. Sería peligroso que no se apruebe (extender la exoneración) porque podría reducir el volumen de negociación y volverse menos atractivo para los inversionistas extranjeros. Seria muy malo para la economía peruana, pues se reducirían las alternativas de inversión y financiamiento”, alerta.
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