El Banco de Inglaterra anunció el jueves que mantenía su política monetaria, tomando al mercado por sorpresa con un tipo de interés que se mantiene en el mínimo histórico del 0,1%, pero señaló un probable aumento “necesario” en los próximos meses.
El instituto revisó al alza sus previsiones de inflación (4.25% en el 2021, 3.5% en el 2022), pero “la mayoría de los miembros del Comité monetario consideraron que nuestra política monetaria seguía siendo adecuada”, señala el Banco en el acta de su reunión.
Si la economía británica evoluciona de acuerdo con las previsiones del BoE, “será necesario subir el tipo de interés para alcanzar nuestro objetivo de inflación del 2% en los próximos meses”, advierte el Banco.
Muchos observadores esperaban que el Banco actuara, ya sea subiendo los tipos o reduciendo su enorme programa de compra de activos de 895,000 millones de libras.
En el Banco de Inglaterra, los partidarios de una política monetaria estricta (halcones) y los del apoyo continuado a la economía (palomas) estaban claramente enfrentados.
Dos de los nueve miembros del comité de política monetaria votaron a favor de una subida en noviembre, y tres a favor de una reducción del programa de compra de activos.
Algunos observadores esperaban que el gobernador del Banco, Andrew Bailey, y el nuevo economista jefe, Huw Pill, se unieran a los halcones, pero votaron a favor de mantener una política monetaria flexible en noviembre.
En el 2014, el Banco fue criticado por enviar señales contradictorias, lo que agitó a los mercados.
El 16 de diciembre se compartirá el resultado de la última reunión del BoE para el 2021.