Además de las prácticas agrícolas tradicionales, el Perú ha desarrollado la producción de cultivos bajo un sistema libre de agroquímicos y se estima que existan más de 550,000 hectáreas con certificación orgánica en el país, ubicadas principalmente en los departamentos como Piura, San Martín, Cajamarca y La Libertad.
La producción orgánica consiste, entre otros, en no utilizar fertilizantes y plaguicidas sintéticos, como la urea, para proteger el medioambiente y la salud humana por lo que son mejor cotizados en el mercado internacional.
En ese sentido, los agricultores buscan biofertilizantes y abonos sólidos producidos a partir de la cáscara de café y cacao, así como del estiércol de aves guaneras y ganado.
Sin embargo, éstos también han subido de precio en el país entre un 15% y 20%, informó Lucila Quintana, de la Junta Nacional de Café (JNC). Así, el guano de isla pasó de costar S/ 50 a S/ 80 el saco, y en una misma proporción el saco de roca fosfórica.
Según explica Marco Vinelli, director de la maestría de Agronegocios de Esan, esta situación, que sería temporal pero con gran impacto, se debe al alto precio del costo logístico pues los fletes de las embarcaciones han subido sus tarifas en un 300% producto de las exigencias sanitarias en algunos puertos y el posicionamiento de las empresas de ecommerce que han reducido la oferta de contenedores a nivel mundial.
En este contexto, el ministro de Desarrollo Agrario y Riego, Víctor Maita Frisancho, anunció que buscarían traer urea boliviana para mitigar el alza de precios de los fertilizantes, además de plantear la construcción de una planta en base a los fosfatos de Bayóvar. Sin embargo, “los productores de café, cacao y quinua principalmente, que también somos pequeños productores pero exportamos, necesitamos fertilizantes no sintéticos”, resaltó Quintana.
“Esta bien que se importe urea de Bolivia porque les servirá a productores de arroz y papa, pero el Estado se olvida de aquellos productos con certificación orgánica que abarca más de 550,000 hectáreas y 107,000 productores, y que debemos respetar compromisos internacionales cumpliendo estándares ambientales”, refirió.
Ante la escasez de fertilizantes, se ha generado una alta competencia entre pequeños y grandes exportadores, manifestó.
Parte de los insumos para la agricultura orgánica nacional es traída de Ecuador, otra parte de las Islas Ballestas en Paracas (Ica), y también producida de los residuos de la gallinaza de aves las cuales están siendo vendidas principalmente a las empresas que tienen grandes extensiones de terrenos, como los esparragueros, por ejemplo.
El otro problema es la baja producción de guano por efecto de la escasa alimentación de las aves en la zona, advierte la también exdirectora de Agrobanco.
Solo en café, hay 400 mil hectáreas orgánicas que requieren de fertilizantes no sintéticos. De ese total, el 97% está comprometido para el mercado internacional.
Respecto a la propuesta de generar una planta de fertilizantes nacional, Quintana prevé que el proceso durará por lo menos cuatro años. En tanto, Vinelli señaló que el gran porcentaje de la producción en Bayóvar se dirige al mercado brasilero por sus suelos más ácidos; “lo que se requiere en Perú es desarrollar la petroquímica en el sur del país en base a la masificación del gas de Camisea para impulsar en el sector privado la producción de fertilizantes”, anotó.
Dato
- El Gobierno peruano no ha dado mayores detalles sobre las gestiones que se realiza con Bolivia para la llegada de la urea producida por Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB), aunque medios de ese país han informado que entre el 30 de setiembre y 2 de octubre la planta de urea presentó dos problemas técnicos que detuvieron la producción. Se trataría de la segunda falla desde que la planta volvió a operar el 6 de setiembre de este año.