Días agotadores, largas jornadas y constantes “incendios” por apagar. Con frecuencia, en esta nueva coyuntura desconectarse de lo laboral parece más difícil que nunca, al tener literalmente la oficina en casa.
Muchos colaboradores ya llevan más de un año trabajando de manera remota y a diario libran una batalla casi perdida: la de resistirse a revisar las notificaciones, sonoras y vistosas, del celular para poder dedicarle unos minutos a esa tarea que requiere concentración y silencio.
Por ello, implementar herramientas que permitan a los colaboradores adaptarse a esta “nueva normalidad” online y en medio de una pandemia es fundamental, dice Gabriel Dondero, gerente regional de Desarrollo en Visma Latinoamérica.
Y es que, pasar varias horas al día frente a las pantallas puede causar efectos perjudiciales a la salud y contribuir con el burnout, síndrome que resulta del estrés laboral que no ha sido manejado de una forma exitosa, explica la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Las señales son a veces sutiles y fácilmente podrían pasar desapercibidas para las jefaturas y colegas. “En ocasiones, ni el propio trabajador afectado nota los signos de alerta: desde el sedentarismo y la falta de energía, hasta el enrojecimiento de sus ojos y la aparición de migrañas”, comenta.
Es así que, Dondero recomienda a las jefaturas considerar seis aspectos clave para que sus trabajadores puedan recuperar el bienestar perdido, sacar provecho a las ventajas del trabajo remoto y reconectarlos con su persona, en un entorno cada vez más digital.
1- Guía con el ejemplo. Evita escribirles a tus colaboradores fuera del horario laboral acordado o sobrecargarlos con videollamadas y chats constantes.
2- Tiempo off. Hazles saber que está bien apagar las aplicaciones de mensajería instantánea para reservar tiempo de concentración para determinadas tareas.
Recuérdales tomar breves descansos durante el día y alimentarse adecuadamente. “Que los trabajadores se tomen sus vacaciones ayudará a que recarguen energía, ya que esto mejorará su estado de ánimo y productividad en el mediano y largo plazo” aconseja Dondero.
3- Prioridades y expectativas. Acuerda con cada trabajador cuáles serán las metas, las fechas de entrega y cuál sería la mejor manera de administrar el tiempo. Incluso, pueden identificar juntos los obstáculos que dificultan el desempeño óptimo del trabajo para encontrar posibles soluciones.
4- Capacítalos. Esto le permitirá al personal adquirir o mejorar determinadas habilidades y abordar otros temas de interés (creatividad, manejo del estrés, alimentación saludable, entre otros). También es una buena excusa para reunir a los trabajadores y darles la oportunidad de reconectarse con colegas de su equipo o de otros proyectos, y podría desviar su atención de los asuntos personales que les causan malestar.
5- Celebra sus logros. Los programas de reconocimiento se pueden implementar desde una red social corporativa, hasta la forma en la que nos comunicamos con nuestro equipo. Puede ser algo simple como decir “gracias”, “buen trabajo” o “tienes razón” con frecuencia, darle un día libre por ese gran avance, felicitarlo en las redes sociales internas de la empresa, o bien, otorgarle un bono. ¿La clave? Que el premio vaya acorde con el éxito obtenido y sirva de inspiración para el resto de los colaboradores.
6- Oportunidades de crecimiento. Tómate el tiempo de conversar con cada miembro del equipo sobre sus posibilidades de crecimiento dentro de la empresa y proponles proyectos que sean de su interés.
Las herramientas antes mencionadas, combinadas con el apoyo de softwares que faciliten la aplicación de encuestas de clima laboral, el reconocimiento de patrones de comportamientos, la interacción con los colaboradores o el acceso a registros de desempeño de cada trabajador, pueden aportarles a las jefaturas la información necesaria para tomar decisiones que apunten a su bienestar, ayudando a sentar las bases de culturas organizacionales en las que la experiencia del trabajador sea la prioridad.