“La forma en la que se están diseñando estas medidas laborales es bastante pobre en el sentido de que no se están utilizando las recomendaciones de los institutos técnicos como el Banco Central de Reserva (BCR) y el Ministerio de Economía y Finanzas (MEF), no se están tomando en cuenta estas posturas”, dijo Jaime Reusche, vicepresidente del Grupo de Riesgo Soberano de Moody’s Investor Services.
Este cuestionamiento surge en medio del debate sobre la continuidad o no en las medidas que restringen la tercerización laboral, cuyos cambios lo aprobó el Poder Ejecutivo, a través del Ministerio de Trabajo y Promoción del Empleo (MTPE), y que ahora se discute en el Congreso de la República una norma que dejaría sin efecto el decreto supremo del MTPE.
El debate de la norma es que, por un lado, el Gobierno sostiene que con la restricción a la tercerización se está brindando más derechos a los trabajadores; mientras que, por el otro lado, solo se regula en una pequeña proporción de trabajadores formalizados, con lo que se desincentiva la inversión y la generación del empleo.
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Jaime Reusche sostiene que, sin duda, con la restricción a la tercerización se añade mayor rigidez a un mercado laboral, “ya de por sí es uno de los más rígidos del mundo; esto causa bastante preocupación y va a ser negativo para el crecimiento de la economía por varias razones: en el corto plazo te afecta la inversión, en el mediano plazo te afecta el potencial el crecimiento y el mercado laboral va a ser mucho menos dinámico”.
Ante este escenario, lo que lleva – comenta Moody’s- es que se “comprime o te limita el crecimiento de la economía”.
Informalidad laboral en el Perú
La informalidad es uno de los problemas estructurales en la economía peruana, de acuerdo con las cifras oficiales del INEI, hay una informalidad laboral del 78%, es decir por cada cinco personas que trabajan solo uno tiene los beneficios laborales, laborando en empresas formales, el resto es la informalidad sin beneficios como horas de trabajo, gratificaciones o CTS.
En medio de ello surge el debate de restringir la tercerización laboral, que para algunos analistas llevaría a elevar la informalidad.
Jaime Reusche indica que en este tema se está haciendo caso omiso a uno de los problemas estructurales centrales que tiene la economía peruana que es la informalidad.
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“Estas medidas motivan mayor informalidad laboral justamente en un momento donde se deberían estar diseñando medidas para tratar de buscar incorporar buena parte de los trabajadores informales en el mercado formal”, sostiene.
“Ahí estas medidas son nefastas. En cuanto a no comunicar la realidad del mercado laboral al ciudadano de a pie, en cuanto a limitar la perspectiva de poder absorber a mayores números de trabajadores en el mercado formal, y en limitar la creación de empleo.
Y es que, se busca medidas laborales a quienes ya lo tienen y no hay un enfoque en quienes trabajan en condiciones de informalidad laboral.
“Se puede creer que estas medidas ayudan o dan beneficios, pero sin una evaluación técnica, sin un análisis empírico fundamentado en buenos principios económicos, quizá dando ejemplos de países donde hay mayor actividad formal y donde hay mayor formalidad laboral, esto es preocupante para el crecimiento del país. Son medidas nefastas y muy antitécnicas”, sentenció.