El hecho que una mujer pueda estar dentro de los directorios en las empresas ya no es una imagen tan lejana en el Perú. Sin embargo, aún queda un largo camino por recorrer para que las oportunidades sean igualitarias.
En conversación con Gestión.pe la fundadora de Women CEO Perú, Cecilia Flores, señala que en los últimos diez años se ha observado un avance sustancial en cuanto a la participación de la mujer en puestos gerenciales y en mandos medios.
“Pero cuando la pirámide se acorta, va más hacia la punta, uno va viendo que las diferencias se marcan y ahí están los retos”, dijo.
Agregó que a pesar la pandemia del COVID-19 en el último año, no se vio un deterioro en la contratación de mujeres y hombres en puestos gerenciales. Sin embargo, se comprobó que existen brechas importantes en las gerencias del área de operaciones, Tecnologías de la Información (TI), ingeniería y publicidad.
En cuanto a las mujeres ejecutivas que hicieron línea de carrera en las empresas y ya participan dentro de los directorios de empresa, Flores indicó que las directoras tienen una serie de características basadas en tres perfiles: el que está basado en su nivel de experiencia, es decir, una persona que ya es miembro de directorio de algunas de las empresa top que hay en el país y que ya tiene un nivel importante reputación.
Luego, figura el perfil basado en el nivel de suficiencia, en la que se contempla los años de experiencia. “Pueden ser 15 años de experiencia en la gerencia de organizaciones o como directoras de empresas que no necesariamente sean de las top, pero que sí tengan un nivel de background interesante”, afirmó.
El tercer perfil que se identifica se basa en el nivel de expertiz de la ejecutiva. Según indicó, en el nivel experto se encuentran las mujeres que se han especializado en determinado sector y que aún no teniendo experiencia ejecutiva, ahora forma parte de un directorio de una empresa.
En esa línea, Flores dio a conocer las 11 cualidades que definen a una mujer ejecutiva dentro de las compañías
- Actualización continua. No hay profesional que no quiera escalar en sus propias metas si no está pensando en prepararse o en capacitarse continuamente.
- Actitud empática. Hoy el nuevo liderazgo empresarial, aún más después del COVID-19, requiere lideres empresariales ejecutivos que tengan una buena relación con sus equipos, que comprendan las circunstancias que están viviendo y que tengan presente los temores de esta situación. “Esa mirada de empatía contribuye muchísimo a tener equipos mas comprometidos, a que sus equipos sean más eficientes. Esa actitud como un factor de éxito es muy importante”, dijo Flores.
- Adaptabilidad al cambio. El manejo de trabajo de equipos derivados de una visión empática son personas que tienen una adaptabilidad muy interesante al cambio. Son personas que saben trabajar con equipos multidisciplinarios y que encuentran lo mejor de sus equipos de trabajo acorde a los objetivos que se puedan tener en la organización.
- Habilidades blandas. El desarrollar las habilidades blandas como la inteligencia emocional, comunicación y la apertura al cambio son algunas de ellas. Estos factores tienen que ser desarrollados por los ejecutivos o las personas que desean tener una vida ejecutiva de éxito. “Hemos encontrado estos factores en todas estas entrevistas que hemos llevado a cabo con distintas mujeres que hoy están posiciones de alta dirección”, afirmó la ejecutiva.
- Habilidades para comunicar. Si bien forma parte de las habilidades blandas, esta es una condición particular en el caso de las mujeres, puesto que la comunicación es algo que necesariamente se tiene que reforzar. “La comunicación en la empresa, el cómo abordar las situaciones en particular, cómo no personalizar (mensajes), cómo romper ese estereotipo respecto a que las mujeres pueden ser mas emocionales que los hombres, eso se debe desarrollar adecuadamente”, apuntó.
- Capacidad para influir. Es diferente saber comunicar y saber influir porque uno puede comunicar, pero no necesariamente lo que se dice las personas lo pueden tomar como válido o lo puedan seguir, indica Flores. Agrega que la habilidad para influir tiene mucho que ver con la presencia ejecutiva.
- Autoconocimiento. Todo ejecutivo satisfecho con su línea de carrera y que avanza a los espacios que realmente desea tiene mucha autoconfianza y tiene un conocimiento propio muy claro. Esto implica que deba tener presente sus fortalezas y debilidades.
- Abordaje de decisiones difíciles. Principalmente en épocas de incertidumbre como la generada por la pandemia del coronavirus.
- Realizar el trabajo con pasión. Las labores que realizan las mujeres ejecutivas lo hacen con pasión y con absoluto convencimiento.
- Actitud positiva. Una líder debe tener una actitud positiva que genere inspiración hacia los demás porque hoy el nuevo liderazgo empresarial implica ser un líder colaborativo e inspiracional, más aun en contextos complejos como los que se está viviendo.