Aunque el Ministerio de Comercio Exterior y Turismo (Mincetur) dijo en la víspera (miércoles), a través de un comunicado, que promoverán un turismo innovador y sostenible en el país, eso estaría lejos de pasar con el Santuario Histórico de Machu Picchu.
Angie Benzol, representante de la Asociación Peruana de Turismo de Aventura y Ecoturismo (Aptae) en Cusco, explicó que el principal atractivo nacional está en riesgo -por tercera vez- de integrar la lista de patrimonios en peligro de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco), ante el incremento del aforo sin considerar las recomendaciones técnicas aprobadas en el 2015.
Una advertencia que también han hecho extraoficialmente allegados a la Dirección Desconcertada de Cultura de Cusco, entidad que coordina la venta de entradas a la Llaqta de Machu Picchu y que, con apoyo de la directora, alentó a que el aforo se incremente de 2.044 a 4.044 diarios en julio de este año; de las cuales 1,000 entradas se han comenzado a vender físicamente en el distrito de Aguas Calientes.
Los problemas para encontrar boletos a una de las Maravillas del Mundo comenzaron en Semana Santa de este año y para julio, por Fiestas Patrias, el número de visitantes rebasó el de las entradas.
“Muchos turistas lamentablemente llegan sin planificar su viaje y no hay campañas que sensibilicen a la población a realizar la compra virtual con anticipación, como se hace en otros lugares turísticos del mundo, al contrario, están incentivando la compra física, entonces el turista pernocta en Aguas Calientes para hacer cola cuando debería disfrutar las otras rutas turísticas que hay en ese lugar”, anota Benzol.
El Frente de Defensa de los Intereses de Machu Picchu promovió durante julio y agosto diversas protestas en el distrito cusqueño para que se apruebe la venta de más boletos físicos. El Ministerio de Cultura (Mincul) les dio la razón a través de una resolución publicada a mediados del mes pasado pese a los cuestionamientos de estar apoyando a agencias informales.
Los constantes paros y movilizaciones dejaron pérdidas millonarias para el sector turismo, señala Tibisay Monsalve, presidenta de la Asociación Femenina de Ejecutivas de Empresas Turísticas del Perú (AFEET Perú) quien calcula que por día de paralización Cusco dejó de percibir US$100,000. Ello, sin contar que la embajada de Estados Unidos en Perú alertó a sus ciudadanos sobre la situación en la zona arqueológica.
“Lo que ha sucedido (los paros) ya nos ha afectado, pero las consecuencias más fuertes lo veremos más adelante porque el debilitamiento de la Llaqta es visible y no se están cumpliendo los compromisos para el mantenimiento adecuado”, señaló Benzol, quien agregó que las entradas a Machu Picchu para el mes de octubre ya se estaban agotando y lo mismo sucedería para noviembre, considerando que llegan las fechas de viajes de promoción de los colegios.
Compromiso incumplidos
En 2015, se aprobó el estudio que fue elaborado por la consultora Cultural Site Research and Management, bajo la dirección de Douglas Comer, en el que, entre diversas alternativas, se indicó que la capacidad de carga teórica para el llaqta podría incrementarse a más de 5,000 siempre que se tomen diversas consideraciones para su conservación.
“Fundamentalmente la construcción del Centro de Visitantes en el acceso a Machupicchu”, menciona el documento. ¿Qué se avanzó? Dicha infraestructura, que podría bordear una inversión de S/ 130 millones, todavía no se ha construido. En torno a esta obra, más bien, se ha encendido un debate sobre su ubicación. Funcionarios del Gobierno Regional de Cusco dijeron a Gestión.pe que el Centro de Visitantes debe ubicarse como puerta de ingreso al monumento; sin embargo, existe presión del Frente de Defensa para que se construya en el pueblo. La titular del Mincul, Betssy Chávez, ha dejado en suspenso el tema.
El documento del 2015 señala el Centro de Visitantes como un “eje articulador de un nuevo modelo de gestión que permitirá una debida orientación para los visitantes como requisito previo para el ordenamiento de la visita, ya que, sin orientación, los visitantes son mucho más propensos a involucrarse en comportamientos que son perjudiciales para el sitio y para la experiencia de otros visitantes”.
Otros puntos a implementar, de acuerdo a las propuestas, son: crear nuevos accesos, introducir boletos programados, eliminar puntos de congestión -que actualmente se generan en el Intiwatana, el Templo del Cóndor, el Templo del Sol y la Plaza Sagrada-, implementar monitoreo y gestión del flujo de visitantes, establecer nuevas áreas de explicación y proporcionar orientación adecuada.
En el 2019, el Comité del Patrimonio Mundial de la Unesco lamentó que no se hayan realizado progresos suficientes para abordar los problemas críticos que pueden tener un impacto en las condiciones de integridad de la propiedad. En el 2020, el mismo Ministerio de Cultura señaló -en su resolución 173-2020- que la ejecución de un Centro de Visitantes debe de considerarse como de principal prioridad en los planes de intervención en el corto y mediano plazo.
De incumplirse, Machu Picchu podría convertirse en el segundo Chan Chan, que forma parte de la lista de Patrimonio Mundial en Peligro, debido al estado de conservación y a la vulnerabilidad en la que se encuentra expuesto, a causa de los factores naturales y antrópicos. Tanto en 2014 y 2017, la Unesco estuvo a punto de colocar al Santuario Histórico de Cusco dentro de dicha lista.
Si bien ser parte del listado no significa una sanción o detener el ingreso de visitantes, sí permite alertar a la comunidad internacional a que aúne esfuerzos para salvar esos bienes. Pero también, afecta la imagen de Perú a nivel internacional como país turístico, señala Benzol.