Los ingresos tributarios vienen repuntando este año, tras la caída que se registró en el 2020. A junio, según las cifras oficiales crecieron 35% en términos reales, respecto al primer semestre del 2020 (unos S/ 21,000 millones más). Los ingresos por el impuesto a la renta (IR) se incrementaron en 28% (cerca de S/ 7,000 millones) sobre todo por el IR a las empresas. Sobre el tema dialogamos con Luis Alberto Arias.
¿Qué le dicen estas cifras de la recaudación tributaria?
Es indudable que la recaudación fiscal esta creciendo, incluso ya es superior a los niveles registrados en el 2019. Este resultado no estaba en el radar, ni siquiera de los más optimistas, del MEF, porque no es usual que tras un choque adverso como el que se tuvo en 2020 (producto de la pandemia) la recaudación se recupere tan rápido.
¿Cómo se explica esta rápida recuperación?
Esta por tres factores. Primero, el rebote del PBI ha sido bien rápido; segundo, hay vientos externos favorables, los precios de los minerales están altos; y el aumento del tipo de cambio que eleva el precio de las importaciones.
¿Son estos ingresos adicionales sostenibles en el tiempo?
Estimo que este año la presión tributaria bordeará el 15% del PBI, lo cual sería casi un punto porcentual más de lo recaudado en el 2019. Pero entre los factores que explican este incremento están los temporales, volátiles y permanentes. Dentro de estos últimos está la recuperación de la economía que esperemos se mantenga, y dentro de los primeros están el precio del cobre, del oro que es más volátil, y el tipo de cambio que, si se disipa la incertidumbre que tenemos, puede retornar a niveles más razonable, digamos a S/ 3.80.
Por lo tanto, este incremento importante que tenemos de la recaudación hay que verlo con mucho cuidado, no entusiasmarnos demasiado. Vamos a tener con seguridad buenos años de recaudación: 2021, 2022 y hasta 2023, pero como todo boom de precios, no sabemos cuánto va a durar.
Los asesores de Perú Libre dicen que con este auge de precios se podría recaudar unos S/ 9,000 millones más y que con esos ingresos se puede financiar más gastos en salud, educación, entre otros. ¿Es posible eso?
En la economía peruana hay un problema estructural. La presión tributaria es 6 puntos del PBI menos que el promedio de América Latina. En el mejor momento del boom de precios mineros pasado, la presión tributaria aumentó 3.5 puntos del PBI. Entonces, solo por precios de los minerales podríamos estar hablando de dos o tres puntos adicionales de presión tributaria, lo que significa ente US$ 1,400 millones y US$ 2,100 millones más de recaudación tributaria (unos S/ 8,000 millones o algo más)
En Perú Libre dicen que van a renegociar con las mineras para obtener mayores ingresos…
Lo que indican los mayores ingresos tributarios que se están teniendo ahora es que el esquema minero que se diseñó en el 2011, sobre el impuesto adicional a la minería, es bueno, ya que cuando los precios aumentan dan mayores ingresos (ver vinculada). Mediante una renegociación con las empresas mineras se podría, quizá, logar algo más, pero no creo que S/ 9,000 millones adicionales.
¿En las negociaciones pasadas con las mineras se lograron ingresos importantes?
En el pasado, el primer acuerdo con las mineras, con el llamado óbolo minero se obtuvieron S/ 500 millones adicionales; en el segundo acuerdo del 2011 (impuesto especial a la minería) el estimado era obtener S/ 3,000 millones por año, pero se llegó a S/ 2,000 millones. En la actualidad, por los mayores precios y porque hay proyectos mineros más grandes se pueden lograr más ingresos tributarios, pero son temporales, eso no va a resolver el problema de la baja presión tributaria que tenemos, que es estructural.
¿Podría detallar más esto último?
Estamos con una presión tributaria de alrededor del 14% del PBI hace 50 años y necesitamos al menos entre 3 y 4 puntos porcentuales más, pero sobre la base de ingresos permanentes y no temporales, para acercarnos al promedio de América Latina y para poder ser un Estado viable. Y para ello se necesitan reformas, y la madre de todas las reformas, como la he llamado, tiene que ver con una reforma tributaria.
¿Qué debería plantear esa reforma tributaria?
Debe intensificar la lucha contra la evasión y elusión tributaria; racionalizar exoneraciones, y algunos cambios para darle mayor progresividad al régimen tributario, pero ello debe ir acompañado con reformas institucionales importantes. Debemos tener una Sunat fuerte, un Ministerio de Economía potenciado en diseñar reformas tributarias; construcción de bases de datos, entre otros. No es un problema que se va a resolver con una mayor digitalización de la Sunat, eso es una ilusión.
¿Cuánto tiempo tomaría hacer esta reforma para tener los resultados esperados?
Si nuestra meta es alcanzar la presión tributaria promedio de América Latina, que está 6 puntos encima de la nuestra, en el escenario más optimista este es un proyecto para cinco años, pero requiere de apoyo político del Ejecutivo, del Congreso y de la sociedad civil, lo cual en este momento, lamentablemente, no se vislumbra. Esta reforma es el principio fundamental para hacer viable al país, pero la idea de que la baja presión tributaria se va a solucionar renegociando contratos con las mineras solamente, es una idea equivocada.
La agenda pendiente en minería va más allá de lo tributario
Luis Alberto Arias sostiene que hay espacio en el diseño del marco tributario minero actual para mejorar en algo la participación del Estado en la renta minera, “fundamentalmente corrigiendo las tasas del impuesto especial a la minería que se aplican a las ganancias extraordinarias en los tramos de mayor rentabilidad y, sobre todo, excluyendo la depreciación de la base del cálculo, que fue como se planteó originalmente, pero que luego en el reglamento de la ley se excluyó”.
“Pero es no va a solucionar el problema de la baja presión tributaria. Ni siquiera va a solucionar los problemas que tiene el propio sector minero, y que también deben corregirse en la negociación, la cual debe contener toda una agenda que está pendiente en este campo y que tiene que ver con la promoción de las inversiones mineras, la simplificación de una serie de regulaciones para facilitar la exploración minera, el combate a la minería ilegal e informal y el tema ambiental. Entonces, hay varios temas en minería que deben ponerse sobre la mesa y no solo el tema tributario. Lo cual sería también de interés de las empresas mineras”.