Las aerolíneas que ingresaron en Argentina tras la apertura del mercado aerocomercial en el 2016, muchas de bajo costo, multiplicarán sus operaciones y se expandirán a otros países de la región el año próximo con la apertura de nuevas rutas.
Las firmas locales Avianca Argentina, que opera en el país la marca Avianca pero no pertenece al conglomerado, Flybondi y Andes están entre las compañías a las que el Gobierno recientemente les adjudicó más rutas y que comenzarán los vuelos regulares a países de la región durante el 2018.
"Hay no solamente en cabotaje sino en (vuelos) regionales una oportunidad de bajar los precios y de subir el volumen de pasajeros", dijo a Reuters el presidente ejecutivo de Flybondi, Julian Cook, en las oficinas de la empresa en Buenos Aires.
El Ministerio de Transporte estima inversiones por unos US$ 6,885 millones en los próximos cuatro años en el sector, luego de que el presidente liberal Mauricio Macri licitara durante el 2016 y 2017 nuevas rutas aéreas para mejorar la competencia en un sector hasta entonces ampliamente regulado.
Macri espera duplicar en los próximos dos años la cantidad de pasajeros.
Como consecuencia de las restricciones comerciales que hasta el 2015 impuso el Gobierno anterior, las tarifas aéreas están por encima del promedio de la región debido a la ausencia de competencia en el mercado local, según ejecutivos de la industria.
En Argentina "estamos casi un 100% más caros por la ausencia total de oferta" de pasajes aéreos, explicó a Reuters Hugo Díaz, gerente comercial de Avianca Argentina, en el hangar de la línea aérea ubicado en el aeropuerto metropolitano de Buenos Aires.
El ejecutivo dijo que la hora de vuelo en un jet está en US$ 120, desde los entre US$ 60 y US$ 65 de costo promedio en la región, y agregó que Brasil tiene alrededor del doble y Chile cerca del triple de pasajeros aéreos por habitante que Argentina.
Sindicatos aeronáuticos han protestado contra el desembarco de aerolíneas de bajo costo al considerar que puede perjudicar a empresas locales como la estatal Aerolíneas Argentinas y afectar a los trabajadores al imponer peores condiciones laborales o sueldos más bajos.
Además, líderes sindicales señalaron la necesidad de mejorar la infraestructura actual para responder a una mayor actividad.
Oportunidades
Aerolíneas Argentinas, que durante años concentró gran parte de las rutas locales, deberá enfrentar el desafío que implica una creciente competencia.
"Respecto de la llegada de las low cost, vemos que en un mercado en crecimiento hay oportunidades para todos. Creemos que podemos competir bien y seguir creciendo en un mercado que también crece", dijo a Reuters Felicitas Castrillón, portavoz de la firma.
Una de las aerolíneas de bajo costo que llegará al mercado será la noruega Norwegian, que comenzará a operar en el segundo trimestre del año próximo en el país tras recibir una reciente autorización oficial.
Con una inversión inicial de US$ 75 millones, Flybondi iniciará en enero sus vuelos con cinco aviones y espera duplicar la flota para fines del 2018, con la incorporación de vuelos a las capitales de Chile, Paraguay y Uruguay.
Avianca, que prevé inversiones por más de US$ 300 millones para los próximos años, empezó en noviembre a volar al balneario de Mar del Plata y en el 2018 incorporará entre 14 y 18 nuevas rutas, que podrían incluir Lima, Santiago y Sao Paulo.
Otro ejemplo del auge aeronáutico de Argentina es Andes, una empresa familiar que pasará en las próximas semanas a tener nueve aviones, con los que iniciará durante el 2018 vuelos regulares a Montevideo y Asunción, según explicó su gerente comercial, Bernardo Racedo Aragón.
En relación a la falta de inversiones en infraestructura, fuentes del sector han dicho que parecen estar encaminadas.
La firma Aeropuertos Argentina 2000, que tiene la concesión de 33 de las principales terminales aéreas del país, ya invirtió en el 2017 unos 3,000 millones de pesos (casi US$ 170 millones), dijo a Reuters Carolina Barros, portavoz de la compañía.