La presidenta del Banco Central Europeo (BCE), Christine Lagarde, defendió el lunes las agresivas medidas de estímulo adoptadas por la entidad en respuesta a la pandemia del coronavirus, asegurando que son proporcionales al riesgo que enfrenta la zona euro.
Las masivas compras de bonos gubernamentales por parte del BCE han sido puestas en duda por el tribunal constitucional alemán, que le ha dado un plazo de tres meses para justificarlos si no quiere perder al Bundesbank como el principal comprador del principal programa de adquisición de deuda.
En un discurso ante el Parlamento Europeo, Lagarde no hizo referencia al dictamen judicial, pero sí hizo énfasis en que el BCE tuvo en cuenta la “proporcionalidad” cuando tomó sus decisiones y realizó un “análisis de costo-beneficio”, dos palabras claves en el veredicto.
“Nuestras medidas relacionadas con la crisis son temporales, enfocadas y proporcionadas a los graves riesgos a nuestro mandato que estamos enfrentando”, dijo Lagarde a los eurodiputados.
El BCE expandió la semana pasada su Programa de Compras de Emergencia por la Pandemia (PEPP, por sus siglas en inglés) a 1.35 billones de euros (US$ 1.53 billones) y lo amplió al menos hasta junio del 2021.
Lagarde dijo en su testimonio que la política del BCE “garantizaría que el aumento de las necesidades de préstamo de las autoridades fiscales no se traduciría en tasas de interés materialmente más altas para el sector privado”.