La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), la cual ha invitado recientemente a Perú a iniciar su proceso de adhesión, está preparando un marco regulatorio para la economía digital que tiene como principal foco empresas como Facebook, Amazon o Netflix. Este podría generar que Perú recaude más de US$ 70 millones, según KPMG.
Juan Carlos Vidal, socio líder de Precios de Transferencia de KPMG mencionó que se estima que las 10 empresas multinacionales digitales más grandes generan, en Perú, ingresos por alrededor de US$ 800 millones al año, siendo esta la base del cálculo.
“Si es que se implementa bien (la regulación), que requiere una gran pericia técnica desde lo legislativo y tributario, en el mejor de los casos se podría estimar entonces una recaudación entre US$ 70 y US$ 100 millones al año para Perú”, indicó.
No obstante, el que entre vigencia la normativa, que se espera ya implementada para el 2023, también significa que se reste la recaudación por otro concepto en el caso peruano, según Vidal
“En Perú está vigente un impuesto a la renta a los servicios digitales que se prestan desde el exterior en la modalidad B2B (negocio a negocio). Es decir, cuando una empresa en el Perú recibe un servicio, considerado como digital, desde el exterior al día de hoy eso ya paga un impuesto. Una de las condiciones del enfoque unificado (de la OCDE) es que los países remuevan de su legislación toda medida unilateral para gravar servicios digitales, por lo que se dejaría de recaudar por ese lado”, indicó.
Sobre la regulación
La respuesta de OCDE, señaló KPMG, frente a los retos de la digitalización de la economía consta de dos pilares, los cuales Perú se han comprometido a seguir.
Con respecto al primero, este consiste en la redistribución de las utilidades que generan los grupos internacionales hacia los países donde se tienen usuarios o un mercado, como el caso de facebook, Spotify o Netflix. Si bien estos no tienen una presencia fisica en, por ejemplo, Perú, sí ofrecen servicios y obtienen utilidades.
La aplicación, según KPMG, sería a multinacionales con un volumen de negocios global superior a 20,000 millones de euros y una rentabilidad superior al 10%. Se excluyen las actividades extractivas y los servicios financieros regulados.
“Hoy Perú no llega a recaudar impuesto para este tipo de figuras, por lo que este pilar lo beneficia. Por ejemplo, supongamos que Netflix tiene una rentabilidad de 13% sobre ventas, el punto de partida sería el diferencial del 10% hacia arriba, en este caso el 3%, en base a este último se haría la redistribución (25% de ese total) en países donde se tenga presencia”, precisó Flavia Salinas, gerente senior de Precios de Transferencia de KPMG.
El segundo pilar, por su parte, consiste en implementar un impuesto global mínimo para desincentivar la desviación de utilidades hacia “paraísos fiscales”. “Se quiere atacar a aquellos grupos multinacionales que tengan una tasa efectiva menor al 15% para evitar estructuras agresivas que toman para pagar menos impuestos. En básico, se le quita a los paraísos fiscales para dárselo a las matrices”, indicó.
El impacto del pilar dos en el Perú no debería ser muy grande, pues no se estima que este país sea “casa” de muchas matrices de grupos multinacionales. “Incluso algunos de los grupos multinacionales peruanos pueden haber implementado estructuras que hacen que su casa matriz esté afuera”, señaló Juan Carlos Vidal.
“Sin embargo, hay algunos cálculos del observatorio de impuestos de la Unión Europea, en la que se estima que en Perú sí debería haber un impacto de mayor recaudación en 100 millones de euros, lo que quiere decir es que sí se ha detectado algún grupo multinacional con casa matriz en Perú y que tenga una tasa impositiva menor al 15%”, puntualizó.