La Asociación Internacional de Transporte Aéreo (IATA) y la Asociación de Empresas de Transporte Aéreo Internacional (AETAI) han manifestado su preocupación por la situación que enfrenta la industria aérea en Perú, en relación con la futura apertura del nuevo terminal del Aeropuerto Internacional Jorge Chávez (AIJCH). A pocos meses del esperado inicio de operaciones de su nueva terminal, los gremios aéreos solicitaron nuevamente que las autoridades prioricen el transporte aéreo como una política de Estado, enfocándose en la operación del AIJCH y el potencial aumento en las tarifas aeroportuarias, en perjuicio de los usuarios.
Tras una reunión con el primer ministro, Gustavo Adrianzén; el ministro de Transportes y Comunicaciones, Raúl Pérez Reyes; y la ministra de Comercio Exterior y Turismo, Elizabeth Galdo luego de la crisis con las luces de la pista de aterrizaje del aeropuerto, los gremios han solicitado un traslado exitoso de las operaciones a la nueva terminal ya que es un reto compartido por todos los involucrados en este proyecto. En ese sentido, industria reitera su oposición a que la apertura sea el 18 de diciembre de 2024.
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“Es contraproducente que LAP haya seleccionado una fecha tan cercana a la temporada alta de las fiestas navideñas para iniciar operaciones en la nueva terminal del aeropuerto de Lima, pues esta acarrea una especial sensibilidad para los pasajeros. Manejar una demanda tan elevada en un nuevo ambiente operativo es realmente riesgoso, por más que las aerolíneas quieran prestar la mejor experiencia”, comentó Carlos Gutiérrez, Gerente General de AETAI.
Se prevé que la entrada en operación del nuevo aeropuerto en 2024 generará un aumento de costos para los usuarios: pasajeros y líneas aéreas. En el marco de las negociaciones para la firma de una octava adenda al Contrato de Concesión, se pide enmendar los errores de administraciones pasadas, que principalmente beneficiaron a LAP.
Ya se ha propuesto un aumento en la renta de los espacios esenciales en la nueva terminal, como oficinas operativas o counters de check-in, cercano a tres veces el precio actual. Esto podría agravarse a partir del año 2027, cuando, conforme al modelo económico del contrato, los cerca de US$ 2 mil millones recientemente invertidos por LAP se trasladen a las tarifas de los servicios aeroportuarios que pagarán los pasajeros y aerolíneas. Incluso la entrada en operación del nuevo aeropuerto en 2024 podría generar un incremento adicional en las tarifas.
Por lo anterior, los gremios solicitan que se revise el porcentaje de la retribución entregada al Estado a beneficio de los usuarios, ya que este equivale al 46.511% del total de los ingresos brutos percibidos por LAP, así como realizarse un nuevo análisis del equilibrio económico-financiero de la concesión, como requisito legal previo para que proceda válidamente la adenda.
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Asimismo, solicitan el retroceso de la facultad concedida a LAP en 2015, de cobrar una tarifa de uso aeroportuario a los pasajeros en tránsito que conectarán en el AIJCH hacia su destino final. Esta medida, además de incrementar los precios a los viajeros, restará competitividad al aeropuerto, ya que no aplica en otros hubs de la región como El Dorado en Bogotá o Tocumen en Ciudad de Panamá.
Es importante tener presente que, a diferencia de la mayoría de los países latinoamericanos, la aviación comercial en Perú todavía no se ha recuperado de la crisis iniciada con la pandemia, que no recibió ningún tipo de ayuda, y continuó con los conflictos sociales y políticos, encontrándose en un -4.9% respecto del nivel de conectividad de 2019. Colombia, República Dominicana y México ya superaron sus cifras previas.
“Dada la importancia del turismo y de la conectividad aérea para Perú, el gobierno debe impulsar el transporte aéreo de manera prioritaria, apoyando el desarrollo socioeconómico del país y de su población. Lo que se sigue viviendo con la ampliación del aeropuerto de Lima, que ya suma 15 años de retraso en los que se desnaturalizaron los precios, falta de coordinación y transparencia, junto a una posible subida sustancial de las tarifas, no puede continuar”, indicó Peter Cerdá, Vicepresidente de IATA para las Américas.