La población ocupada urbana con empleo informal, es decir trabajadores sin beneficios sociales o que trabajan en unidades de producción no registradas, alcanzaron los 9.4 millones en el Perú el año pasado. De estos, 8.4 millones laboraba en empresas de 1 a 10 trabajadores y 522,700 en empresas de 11 a 50 trabajadores, según data del Instituto Nacional de Estadística e Informática (INEI).
Estas cifras respaldan un panorama ya conocido: que la informalidad impera en el país y que se concentra -sobre todo-en las micro y pequeñas empresas, además que hasta ahora no hay políticas concretas que estén dando frutos y reviertan esta situación.
En este contexto, Ana María Choquehuanca, presidenta de la Asociación de Gremios de la Pequeña Empresa del Perú (Asociación Pyme Perú), refirió que el “Estado debe reconoce la necesidad de atender el alto grado de informalidad mediante un abordaje específico que permita forjar una cultura de respeto y cumplimiento de la ley con metas alcanzables, medibles y a corto plazo”.
Considerando que la informalidad es un problema estructural y transversal que afecta a todo el país, para la Asociación Pyme Perú se requiere:
1) Evaluar los factores, características, causas y circunstancias de la actividad informal en el contexto nacional y con énfasis en las regiones, a fin de fundamentar adecuadamente la efectividad y aplicación de leyes, políticas y mecanismos para el tránsito hacia la formalización.
2) Reformar la normativa referida a la creación de empresas, revisando los costos de registro y cumplimiento, y mejorando el acceso a los servicios.
3) Promover el acceso a mercados a las micro y pequeñas empresas.
4) Los reglamentos deben cambiar de enfoque sancionador a promotor con énfasis en capacitación, asistencia técnica y asesoría.
5) Acceso al financiamiento con mecanismos simplificados.
6) Acceso y cobertura de la seguridad social.
Incertidumbre y populismo
Ana María Choquehuanca comentó que la actual coyuntura está perjudicando, en particular a las pymes, en varios aspectos.
“No llegamos a ponernos de acuerdo con el Gobierno. Le mandamos mensajes claros de lo que quisiéramos, tenemos propuestas, acciones concretas. Le podemos decir en qué hemos avanzado como sector empresarial en general, no podemos hablar de segmentos porque hay que mencionar que las empresas grandes son las tractoras de las pequeñas. Sin embargo, no tenemos una respuesta... la única respuesta que tenemos es que de 100 gremios, a Palacio solo llaman a uno, incluso van todos los ministros, la cooperación internacional”, subrayó.
Agregó que en medio del incremento de la informalidad, no hay una respuesta clara, sino más bien el mensaje es que el sector laboral saca unilateralmente un Código de Trabajo, por ejemplo.
“Nos hemos acercado al viceministerio de pyme. De hecho, nos hemos reunido con los cuatro ministros que ha tenido el sector, les hemos explicado lo que hemos hecho y lo que queremos hacer. El viernes pasado -por ejemplo- hemos lanzado una plataforma productiva para articular las grandes empresas. No podemos decir que el Produce ha cerrado la puerta, pero lo cierto es que queremos encontrar soluciones inmediatas. Nos falta reactivación”, puntualizó.
Además de las propuestas antes mencionadas, Choquehuanca subrayó que hay un tema importante para combatir -en parte- la informalidad: dejar atrás las medidas populistas que no hacen más que afectar a la micro y pequeña empresa.
¿A qué medidas se refiere? Por ejemplo, indicó que el Perú requiere normas laborales que tengan sustento técnico y sean consensuados en el Consejo Nacional de Trabajo (CNT), como el caso del Código de Trabajo o la eliminación de la tercerización en las actividades núcleo.
“Lo que nosotros le pediríamos al presidente es que se siente a conversar con nosotros, que nos sentemos con los ministros para usar nuestras herramientas. Esto de la confrontación no se puede mantener”, finalizó.