En junio, la inflación anual (últimos 12 meses) de alimentos y bebidas en Lima Metropolitana fue 14.64%, muy por encima de la inflación general (8.8%) y la más alta desde setiembre de 1994 (14.84%), según el último informe del INEI.
Y, la inflación de alimentos y bebidas a nivel nacional también fue alta (14.36%), por lo que los peruanos pagaron en junio los precios promedio de alimentos más altos desde hace 333 meses.
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Todos los alimentos de consumo masivo registran una inflación anual de dos dígitos en junio, muy por encima de la inflación general, salvo pescado y mariscos (ver tabla).
El alza de los precios internacionales de trigo y soya, y maíz amarillo, explicarían los fuertes incrementos de los precios de pan y cereales (14.4%), aceites y grasas (30.4%), y huevos.
Y en el caso de hortalizas y legumbres (21%), azúcar (27.5%) y frutas (10%) se explicaría por el aumento de los fletes internos debido al alza de los combustibles, pero también por los paros y bloqueos de carreteras.
Impacto
El gasto per cápita en alimentos dentro del hogar representa (según la estructura del 2020) el 32% , porcentaje que en la zona rural llega al 47% del gasto total. Y a medida que los ingresos son más bajos, es decir, cuanto más pobre es la población, su gasto en alimentos es mayor proporcionalmente.
En ese sentido, la alta inflación de alimentos estaría golpeando más en la zona rural y -sobre todo- a los más pobres.
Además, si se considera que los rubros que presentan la mayor inflación anual en junio, aparte de alimentos dentro del hogar, son alojamiento, agua, electricidad y gas, así como el transporte de pasajeros (ver tablas), que representan 23% y 6% del gasto per cápita, se tiene que más del 60% del gasto per cápita esta sufriendo un incremento de precios muy por encima de la inflación general.
Inflación será más cercana a 7% en 2022
La inflación general anual alcanzó un nuevo máximo en junio (8.8%, frente a 8.1% en mayo). Para el BBV Research, “la inflación no tiende a ceder, sino que por el contrario se ha acelerado”.
Por ello y considerando las temperaturas más bajas que lo normal, los mayores costos de los fertilizantes (o las dificultades para abastecerse de este), y el impacto al alza que tendría sobre las expectativas inflacionarias el repunte de la inflación, ha ajustado al alza su pronóstico de inflación para este año, de 5.0% (en abril) a “más cerca del 7%”.
Para el segundo semestre del año mantiene una senda decreciente para la tasa interanual de inflación (debido a la alta base de comparación), “pero el proceso de normalización tardará más”.