El presidente Donald Trump ha estado diciendo al electorado que la economía estadounidense volverá a la vida “como un cohete”, más fuerte que nunca después de su lucha contra la pandemia del nuevo coronavirus, pero hay una razón por la que la economía es llamada una “ciencia lúgubre”.
Cada vez aparecen más indicios de que cualquier recuperación no podrá igualar la velocidad y severidad del colapso económico que se registró en cuestión de semanas.
Es probable que las elecciones presidenciales y del Senado del 2020 se lleven a cabo al tiempo que la mayor economía mundial siga batallando para recuperarse de la epidemia letal.
“Cualquiera que asuma que vamos a lograr una marcada recuperación en la actividad no está considerando cómo se estarán sintiendo los consumidores. Ellos van a ser muy cautelosos”, afirmó Nariman Behravesh, el principal economista en IHS Markit.
"Los hogares y negocios han visto el deterioro de sus economías. La gente está comprando alimentos con sus tarjetas de crédito".
Para comprender las consecuencias de un repentino golpe negativo en la economía, Behravesh estudió la manera en que muchas personas retomaron los viajes después de los ataques terroristas del 11 de setiembre del 2001. “Fueron necesarios dos años y medio para que el tráfico de pasajeros de las aerolíneas regresara a los niveles previos”, informó.
Al ya no poder destacar en su campaña la tasa de desempleo más baja en 50 años, Trump ha empezado a decir a los votantes que es capaz de reconstruir rápidamente la economía del país. Ha afirmado que las medidas como el paquete de rescate económico de US$ 2.2 billones _una cantidad que se espera que aumente_ puede llevar el empleo y el crecimiento económico a nuevos puntos máximos.
Jefrey Pollock, un encuestador demócrata, resaltó que serán los votantes quienes determinen en noviembre si el presidente republicano ha brindado esa recuperación económica o no, y tomarán una medida similar respecto a los miembros del Congreso en funciones.
"El hecho de que nosotros seamos tan partidistas como siempre no significa que estemos destinados a perdonar a un presidente que falla en la cuestión económica", aseveró Pollock. "Se trata de un hombre que defendió sus habilidades económicas y para mí no hay nada que sugiera que el electorado lo perdonará, dado que él ha estado al frente y en el centro de la respuesta al virus desde el primer día".
Si Trump mantiene ese enfoque podría beneficiar a su rival demócrata a la presidencia, que probablemente sea Joe Biden. Sin embargo, Biden tendrá que ofrecer a los votantes una idea más completa sobre la manera en que impulsaría la economía, dijo Pollock.
Trump ha tratado en varias ocasiones de presentar la situación como si la economía estadounidense esté siendo golpeada de refilón por el “enemigo oculto” del Covid-19, algo que él y sus asesores minimizaron inicialmente en febrero y marzo y después sugirieron que era imposible de predecir. Su mensaje a los votantes es que su liderazgo hará que la economía sea incluso más fuerte.
"Nuestra economía repuntará, quizá como nunca antes", tuiteó Trump el miércoles.
El secretario del Tesoro de Estados Unidos, Steve Mnuchin, quien ha encabezado los esfuerzos para el estímulo económico, ha dicho que habrá “una recuperación muy grande”, si bien ha señalado que las ganancias podrían ser poco habituales.
“Veremos ciertas partes de la economía recuperarse inmediatamente”, detalló Mnuchin el martes en entrevista con Fox Business Network. “Ciertas cosas van a tomar un poco más de tiempo”.