En el 2023, el déficit fiscal en Perú fue de 2.8% del producto bruto interno (PBI), por encima del “tope” de 2.4% del PBI para este año. Para este año, la meta es aún más baja: el límite es de 2% del PBI, pero aún con el reto que implica cumplir con ello, el primer ministro, Gustavo Adrianzén, comentó que “se realizará una reducción gradual del mismo con el objetivo de que retorne al cumplimiento de sus reglas fiscales de mediano plazo (1.0% del PBI)”. ¿Cómo se logrará?
“Esta reducción del déficit fiscal debe ser acompañada de medidas para recuperar los ingresos fiscales y para hacer más eficiente el gasto público”, anotó durante su exposición en el Congreso de la República.
Para restaurar la sostenibilidad fiscal en el mediano y largo plazo, dijo Adrianzén, se hace necesario mejorar la recaudación tributaria, lo cual se conseguirá a través de una combinación de medidas de administración y de política tributaria.
Aunque no dio más detalles, el primer señaló que “se implementarán medidas para regular la tributación de los nuevos modelos de negocio basados en la economía digital, sin que ello implique desincentivar ni afectar el normal desenvolvimiento de estos negocios y en línea con las mejores prácticas internacionales”.
En otro momento, solicitó al Congreso que apruebe el proyecto de Ley N° 6768. Este proyecto, presentado por el Poder Ejecutivo al Parlamento, busca la reforma de los regímenes tributarios simplificados y combatir esquemas de elusión y evasión tributaria. En buena cuenta, reduciría de cuatro a dos los regímenes tributarios.
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Endeudamiento público
El primer ministro dio su compromiso con la gestión responsable del endeudamiento público. “Para ello, hemos trazado una senda de reducción gradual de la deuda pública, que se estima sea del orden del 33.5% del PBI al cierre del 2024 y de 32.5% del PBI al cierre del 2026, con lo cual continuaría ubicándose por debajo del nivel de deuda promedio de los países de América Latina”, anotó.
Para Adrianzén, pese al entorno macroeconómico y político retador, la deuda del Perú es la más baja de la región, lo que se refleja en el grado de inversión ratificado por tres importantes agencias calificadoras de riesgo.