El presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, aseguró que su país “corre el riesgo” de quedarse sin potasio debido a la guerra lanzada por Rusia en Ucrania y aseguró que permitir la explotación minera en reservas indígenas de la Amazonía resolverá ese problema.
Rusia es uno de las mayores productores y exportadores de fertilizantes del mundo y el principal proveedor de cloruro de potasio a Brasil.
Datos de la plataforma Logcomex señalan que en el 2021 Rusia fue el principal proveedor de cloruro de potasio en Brasil en valores, con un monto de US$ 1,400 millones (el 34 % del total) y el segundo en peso comercializado, con 3,840 toneladas vendidas (29 % del total).
“Con la guerra Rusia-Ucrania, corremos el riesgo de escasez de potasio o que su precio aumente. Nuestra seguridad alimentaria y el agronegocio exigen de nosotros, Ejecutivo y Legislativo, medidas que nos permitan no depender externamente de algo que tenemos en abundancia”, escribió Bolsonaro en sus redes sociales.
Según el mandatario, la legislación ambiental, los indígenas y los derechos de explotación en la cuenca del río Madeira, principal afluente del río Amazonas, son “tres problemas” que impiden a la potencia suramericana conseguir su propio potasio.
“Nuestro Proyecto de Ley 191 del 2020, ‘permite la explotación de recursos minerales, hídricos y orgánicos en tierras indígenas’. Una vez aprobado, uno de estos problemas está resuelto.
Este proyecto de ley, presentado en el 2020, pretende reglamentar la minería en las reservas indígenas sin que el Congreso discuta previamente si eso es constitucional, lo que llevó al Ministerio Público Federal a considerarlo inconstitucional el año pasado.
Amenaza ambiental
La explotación económica de la Amazonía y el fin de la demarcación de nuevas reservas indígenas fue una de las banderas impulsadas por el líder ultraderechista para llegar al poder.
Desde que asumió como jefe de Estado en Brasil, el gobierno de Bolsonaro ha flexibilizado las medidas de control y fiscalización de la minería ilegal en la mayor selva tropical del planeta y hace menos de un mes expidió un decreto aprobando el “garimpo” (minería artesanal) en el bioma.
El “garimpo” es considerado por los ambientalistas como una de las principales amenazas de la Amazonía y según ellos está lejos de operar en escala artesanal, pues lo hacen como verdaderas organizaciones industriales.
La minería ilegal es una de las principales causas de la deforestación de la selva amazónica en Brasil, una problemática que se ha incrementado durante el Gobierno de Bolsonaro.
Los datos oficiales apuntan a que, en el 2021, la mayor selva tropical del planeta perdió 13,235 kilómetros cuadrados de vegetación, el área más extensa degradada en un periodo de 12 meses durante los últimos 15 años.