¿Cuál ha sido el impacto de las medidas de estabilización en el precio de los combustibles tomadas por el Gobierno? Según un estudio elaborado por Analitika Market Insight, los mayores esfuerzos del Gobierno se han dirigido al diésel BS-50, principal combustible consumido a nivel nacional (cerca del 50% de la demanda).
“Entre enero y junio de 2022, el Gobierno destinó alrededor de S/ 1,883.1 millones para mitigar el incremento del precio del diésel B50 S-50, de los cuales el 65.1% corresponde a las compensaciones otorgadas en el marco del Fondo de Estabilización de Precios de Combustibles -FEPC- (S/ 1,226.7 millones) y 34.9% al monto de la exoneración del ISC por un periodo de 3 meses (S/ 656.4 millones)”, estima.
Precio del diésel
En cuanto al impacto de estas medidas, la consultora destaca que han permitido estabilizar el precio promedio del diésel B50 S-50 entre enero y junio de 2022.
“De no existir las medidas, el precio promedio de dicho combustible (en Lima) habría podido ubicarse en un nivel de S/ 22.6 por galón en junio, es decir, S/ 5.8 adicionales por galón”, precisa.
Detalla que en dicho mes el FEPC habría permitido que el precio del combustible sea, en promedio, menor en S/ 4.1 por galón; mientras que la exoneración del ISC permitió reducir el precio en S/ 1.7 por galón (ver gráficos).
Cabe notar que a partir de julio de 2022 dejó de estar vigente la medida de exoneración del ISC.
Gasolinas y gasohol
A partir de marzo pasado se incluye a las gasolinas de 84 y 90 octanos y al gasohol de 84 octanos en el FEPC hasta el 30 de setiembre.
La consultora detalla que la demanda de gasolinas solo representa alrededor del 4% de la demanda nacional total de combustibles; mientras que el gasohol el 22.5%.
“Así, en el caso de la gasolina y gasohol, el efecto del FEPC es poco significativo”, precisa y agrega que “la reducción del ISC (S/ 1.06 por galón) al gasohol de 90 octanos ha sido la medida de estabilización más significativa”
No obstante, indica, el impacto en el precio se habría ido diluyendo en el tiempo. Así, en abril de 2022 (primer mes de aplicación de la medida) se observa que el precio del gasohol de 90 se redujo S/ 0.1 por galón; mientras que el precio del gasohol de 95 se incrementó S/ 0.9, siendo esa diferencia probablemente explicada por la reducción del ISC al primero.
Sin embargo, añade la consultora, en junio de 2022, la diferencia de precios se acorta, apreciándose que, si bien el precio del gasohol de 90 se incrementó en S/ 2.1 por galón, el precio del gasohol de 95 lo hizo en S/ 2.5 por galón, detalla.
Medidas no son sostenibles con precios internacionales elevados
Con información de Osinergmin (SCOP) al 20 de julio de 2022, se ve que el precio de venta del diésel B5 S-50 para uso vehicular se ha mantenido invariable; mientras que el precio del gasohol de 90 y 95 octanos se incrementó 4.5% (S/ 1 por galón) y 2.7% (S/ 0.6 por galón) en julio de 2022, respectivamente, refiere Analitika Market Insight (ver gráfico).
“Ello pese a que el precio del petróleo WTI se redujo 10.5% (de US$ 118.4 en junio a US$ 102.8 en julio). En el caso del diésel B5 S-50 y gasohol de 90, ello estaría explicado, en parte, por la pérdida de vigencia de la exoneración del ISC”, explica. La consultora concluye que si bien en el caso del diésel B5 S-50 se ha logrado estabilizar dicho precio en cierta medida, las medidas no son sostenibles en una coyuntura en la que se espera que el precio del petróleo se mantenga elevado. En el caso del gasohol de 90, agrega, si bien la medida de exoneración del ISC mitigó la subida del precio a partir de abril, el efecto de la misma se fue diluyendo.
Pierino Stucchi: Falta estrategia de largo plazo
Socio del estudio Muñiz
Las medidas implementadas no han sido completamente eficaces para estabilizar los precios del combustible. Se han invertido significativos recursos, pero la estabilización de precios no ha sido suficiente ni homogénea.
El aumento de precios es causado por las fuerzas del mercado internacional. El Perú es un importador neto de petróleo y derivados. Ello lo hace vulnerable.
Se requieren estrategias de largo plazo, tales como la promoción de combustibles alternativos y el aseguramiento de reservas físicas que permitan mantener inventarios de combustibles con base en petróleo. Para ello se necesita promover el incremento de inversiones en exploración y explotación, lo que requiere de estabilidad política y de manejo efectivo de posibles conflictos socioambientales con comunidades. Ambos factores brillan por su ausencia en el país.