Las recientes ganancias de los mercados bursátiles, que muestran una “desconexión” con la contracción de la economía debido a la pandemia, son una “tremenda” fuente de incertidumbre y una amenaza para la recuperación, advirtió el Fondo Monetario Internacional (FMI).
En su Informe sobre Estabilidad Financiera, el FMI afirmó que entre las “tremendas” incertidumbres que rodean a la crisis actual destaca “la desconexión entre los mercados financieros y la evolución de la economía real”.
Esta situación “aumenta el riesgo de otra corrección en los precios de los activos de riesgo”, sostuvo la entidad, que agregó que los valores en muchos mercados de acciones y bonos corporativos parecen estiradas.
Una corrección podría ser provocada por una recesión más profunda y prolongada de lo previsto actualmente, una segunda ola del virus, el restablecimiento de duros métodos de confinamiento o un resurgimiento de las tensiones comerciales, dijo el FMI.
Según el informe, muchos mercados se han beneficiado de la ingente cantidad de ayuda aportada por varios gobiernos y han subido por las perspectivas de que la recuperación será rápida, pese a que los datos sobre la confianza de los consumidores muestran una realidad más pesimista.
El FMI realizó esta advertencia después de publicar el miércoles una actualización de sus perspectivas para la economía mundial en las que advirtió que el mundo sufrirá una contracción del PBI global de 4.9% este año y que la recuperación en el 2021 será más lenta a lo anticipado.
La principal vulnerabilidad identificada por el FMI es la amenaza sobre la recuperación si disminuye el "apetito por los activos de riesgo", que han sido beneficiados por el apoyo financiero entregado por varios países para combatir la crisis.
El FMI recordó que tanto los mercados de riesgo como de deuda sufrieron pérdidas en las primeras semanas de la pandemia, pero fueron ganando terreno desde entonces.
Consecuencias inesperadas
La principal preocupación es que en caso de cualquier retroceso -como una segunda ola de infecciones, una recesión más profunda a lo esperado o una intensificación del malestar social- se podría poner en riesgo la recuperación.
El FMI señaló en su informe que el apoyo “sin precedentes”, mediante la entrega de liquidez, los préstamos y una bajada de las tasas de interés ha “amortiguado el impacto de la pandemia en la economía global y ha disminuido el impacto inmediato sobre el sistema financiero”.
La directora gerente del FMI, Kristalina Georgieva, ha defendido de forma consistente un apoyo ingente a los gobiernos para evitar caer en una Gran Recesión, como la de la década pasada.
El FMI también advirtió que la crisis del coronavirus puede cristalizar otras vulnerabilidades y que los altos niveles de deuda que existen se pueden volver “inmanejables”, lo que representa una amenaza para la resiliencia de los bancos en algunos países.
Otro punto de preocupación citado en el informe son los riesgos de que varios mercados emergentes necesiten refinanciamiento y que algunas economías carezcan de acceso a la liquidez.
Tobias Adrian, el director del Departamento de Mercados Monetarios y de Capitales del FMI advirtió que “los responsables de las políticas necesitan estar atentos a las consecuencias inesperadas” del suministro de dinero fácil.
“Una vez que la recuperación esté en paso firme, los responsables deberían abocarse de manera urgente a las fragilidades que puedan sembrar semillas de problemas futuros y que amenacen el crecimiento en el plazo medio”, advirtió el FMI.