El sector de confecciones está lejos de superar el nivel prepandemia. En lo que va del año (a julio), esta actividad se contrajo 26.8% respecto a similar periodo del 2019.
Antonio Castillo, gerente del Instituto de Estudios Económicos y Sociales (IEES) de la Sociedad Nacional de Industrias (SNI) proyectó que el sector cerrará el 2021 en rojo: se contraería 20%, respecto al nivel precovid. Esto se debe al deterioro del sector de confecciones que destina sus productos al mercado interno, a pesar de que los exportadores están más dinámicos por la recuperación del mercado de EE.UU.
“Basta ver la data de capacidad instalada del informe del Banco Central de Reserva (BCR). Si bien la estadística toma a todas las empresas, la micro y pequeña empresa -que se concentran en el mercado interno- son las más golpeadas, pero las exportadoras están trabajando casi al 100%”, declaró a Gestión.
Cabe mencionar que de las prendas de vestir que se fabrican en el Perú, alrededor del 35% se destinan a exportaciones, mientras que el resto está dirigido al mercado nacional “el que está más resentido”, subrayó Castillo.
Productos
En los primeros siete meses del año, la fabricación de polos, que concentra un alto nivel de producción en el país, se contrajo 24.8% (llegó a 27.8 millones de unidades). En la misma línea, la fabricación de pantalones y de camisas retrocedió 30.8% y 58.1%, respectivamente.
Para Castillo, con la dinámica esperada para el cuarto trimestre de este año, aunque se mantendrían en negativo, se reduciría la caída de estos productos. En tanto, hay otros -como ropa interior (-16.7% a julio)- que aunque aún se contraen, podrían revertir la tendencia.
“Todo apuntaría a que se va a recuperar básicamente ropa interior, de bebés, bermudas. En el caso de polos, pantalones y camisas reducirían su caída hacia el cierre por la dinámica que se espera para el último trimestre”, remarcó.
Pijamas en buen momento
Además de los productos mencionados, agregó Castillo, la gran sorpresa la dio la fabricación de pijamas. De hecho, entre enero y julio del 2021 ya se fabricaron 706,946 unidades, lo que significa un incremento de 70.3% si se compara con similar periodo del 2019.
Esto responde a una mayor demanda de ropa cómoda en un contexto de pandemia, donde algunas personas pueden permanecer laborando a través del trabajo remoto. Pero, mientras pijamas fueron la “revelación”, hay menos optimismo en otros productos.
“La fabricación de ropa de baño está en mínimos, y la producción de ternos registró una caída de 63.2% en lo que va del año (a julio). Este último sector difícilmente va a recuperarse”, acotó.
Contrataciones
En una reciente encuesta de la SNI a las empresas se reveló que el 84% no planeaba contratar personal en lo que resta del año (Gestión 09.09.2021). Esta misma situación se refleja en el sector de confecciones.
“En las fábricas para exportación está en nivel alto la contratación, pero, en confecciones para el mercado interno, no percibimos que habrá un movimiento mayor en la mano de obra, porque la capacidad instalada está en 53% (a junio)”, resaltó.
Si se analizan los puestos de trabajo en detalle, Castillo comentó que hay un déficit en los profesionales necesarios para el desarrollo de productos, que toma en cuenta diseño, elaboración de patronaje, el área de tallas. “Es el área donde se requiere personal técnico calificado, eso es lo que se está necesitando actualmente, sobre todo en exportación”, subrayó.
En el área de costura y remallados, hay disponible más mano de obra, pero la contratación está limitada, puntualizó.
Sector confecciones en espera de salvaguardia a importación
En junio, el Ejecutivo determinó no aplicar salvaguardias definitivas a la importación de confecciones, considerando el informe técnico elaborado por el Indecopi que recomienda la no aplicación de estas medidas comerciales debido a la falta de respuesta de las empresas de confecciones.
Ante ello, Antonio Castillo explicó que el informe final (sobre salvaguardias definitivas) exige que al menos el 50% de las empresas que conforman el sector presenten cuestionarios (donde se consigne, por ejemplo, sus estados financieros, ventas, unidades producidas, entre otros), pero mencionó que esto resultó complicado porque el sector confecciones es muy atomizado, y en algunos casos hasta informal.
Castillo mencionó que han explicado esta situación al MEF y han presentado una propuesta para que se cambie este proceso. Además, buscarán conversar con Indecopi sobre este tema, y se encuentran a la espera de un reinicio de evaluaciones para que sobre la base de un nuevo informe técnico se tome la medida de salvaguardias definitivas para importación de confecciones.