Hace siete años, las exportaciones de lúcumas peruanas superaron el US$ 1'000,000 y estas todavía constituyen un producto relativamente nuevo en muchos mercados del mundo. Aunque en los últimos 10 años los envíos de esta fruta han crecido significativamente, su comercio internacional es cíclico: en el 2018 se registró una caída de 13.03% en los envíos, con respecto al año anterior, de acuerdo con un reporte de ADEX Data Trade.
En el año 2009, los envíos de lúcuma entera o en polvo sumaban US$ 489,866 y dieron saltos significativos en los años 2012 (US$ 1’454,675) y 2013 (US$ 2’842,933). Cinco años después de estos resultados, en el 2018, el monto exportado fue menor (US$ 2,689,341) y representó una caída de 13.03% con respecto a los resultados del 2017 (US$ 3,092,124).
“Ha habido una caída en volumen y valor, pero se ha incrementado el número de empresas, de 21 en el 2017 a 33 en el 2018. Debemos rescatar que el comercio exterior está beneficiando a más empresas. Si observamos los resultados de los últimos cinco años, ha habido un crecimiento importante, pero este comercio es cíclico y una caída del 10% no debería ser motivo de preocupación”, dijo a Gestion.pe Carlos Posada, director ejecutivo del Instituto de Investigación y Desarrollo de Comercio Exterior (IDEXCAM).
De acuerdo con Posada, la caída de los envíos puede haberse debido a diferentes factores: las exportaciones de lúcuma aún llegan a muchos países en modo de prueba, por tratarse de un producto nuevo, lo que no asegura una demanda constante de cada país; y algunos compradores pueden todavía tener reservas de la campaña anterior.
En opinión del ex viceministro de Comercio Exterior, este año se consolidarán importantes mercados de destino de esta fruta, como los Estados Unidos y la Unión Europea (en particular Alemania, Holanda, Bélgica, Austria y quizás Italia), lo que permitirá una recuperación de los envíos. “Este año debería ser muy bueno. El crecimiento no debería ser de menos del 10%”, proyectó.
El potencial de este superfood todavía es grande. Para aprovecharlo, Posada Ugaz señala la necesidad de industrializarlo, de modo que se pueda exportar como chocolate o productos gourmet con lúcuma. “Creo que es importante tender la cama y esto se da ingresando precisamente a mercados importantes como EE.UU., donde por referencia después podamos llegar a otros más”, agregó.