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La escasez mundial de semiconductores que ha paralizado algunas líneas de plantas automotrices está comenzando a causar preocupación en el mercado del aluminio, a medida que los principales proveedores se preparan para una posible caída en las ventas.
El principal proveedor europeo de aluminio, Norsk Hydro, asegura que los fabricantes de automóviles mantienen las compras, pero que la demanda podría verse afectada si la escasez continúa, dijo el director financiero Pal Kildemo.
La falta de semiconductores se debe a la creciente demanda de productos electrónicos y vehículos cada vez más sofisticados que procesan grandes cantidades de datos sobre su entorno.
Mientras tanto, los cuellos de botella de suministro relacionados con el virus han agravado el problema, lo que ha provocado que los fabricantes de chips inviertan miles de millones de dólares en nuevas plantas para cumplir con el suministro, pero los compradores esperan que la situación empeore.
Se espera que la escasez de chips elimine US$ 61,000 millones en ventas solo para los fabricantes de automóviles, pero el impacto en la industria electrónica, aunque por el momento es difícil de cuantificar, podría ser mucho mayor.
Cualquier caída en las ventas sería un duro golpe para Norsk Hydro, que superó las estimaciones en el cuarto trimestre a medida que repuntaron las ventas a los sectores automotrices y de construcción. El aluminio, ampliamente utilizado en automóviles y aviones, se vio particularmente afectado en las primeras etapas de la crisis, y su repunte se ha retrasado en comparación con otros metales, incluidos el cobre y el estaño.
Por ahora, las ventas de automóviles son un punto positivo para la compañía, incluso cuando los confinamientos y las nuevas cepas de COVID-19 amenazan con descarrilar la demanda.
“Según nuestro diálogo con los clientes, no reducirán la compra” debido a la escasez de chips, dijo Paldemo. “Ahora vemos un repunte de las ventas de automóviles, y eso sustenta la demanda de aluminio”.